

Secciones
Servicios
Destacamos
El desembarco de la NBA en Europa, después de meses e incluso años de rumores y tentativas, es un hecho. La poderosa imagen del comisionado ... de la NBA Adam Silver compareciendo en una rueda de prensa junto al secretario general de la FIBA, Andreas Zagklis, ha supuesto un auténtico terremoto en el baloncesto europeo. «NBA y FIBA prosiguen explorando una nueva competición masculina en Europa, es el momento», decían en la comparecencia pública. El deporte de la canasta va a vivir una etapa de cambio y ruptura, seguramente la más importantes en los últimos 25 años, desde la creación de la Euroliga y su ruptura con la FIBA. Con todo aún por perfilar, la creación de esa nueva liga en Europa apadrinada por la NBA genera muchas dudas:
1
Para empezar, lo primero que hay que dejar claro y que ha generado cierta confusión entre el público menos especializado es qué es lo que pretende la NBA llegando al Viejo Continente. La liga norteamericana no está pensando en una conferencia europea o una división en Europa de la NBA, algo que sería inviable por los costes y los desplazamientos y que desde luego no agradaría nada a los propios jugadores y cuerpos técnicos de las franquicias. Así que no esperemos ver a los Lakers o a los Celtics enfrentándose al Real Madrid, al Fenerbahçe o al Olympiacos. Otra cosa es que se promuevan partidos amistosos, como aquel NBA Europa Live Tour que trajo a los Memphis Grizzlies de Pau Gasol a Málaga en 2017 o aquellos míticos Open McDonald's. Pero eso es pura especulación. Lo que la NBA quiere es montar su propia Euroliga, una competición cerrada con 16 equipos, 12 fijos y cuatro que pueden descender. Lo poco que se sabe de dicha liga es que será una competición con reglas FIBA y con calendarios compatibles con las ligas nacionales.
2
Pues sí y no. La NBA gestiona, además de la competición más famosa del mundo de la canasta, otras competiciones: la WNBA (liga profesional femenina en EEUU), la NBA G League (anteriormente conocida como Liga de Desarrollo, una especie de segunda división en la que juegan jóvenes jugadores aunque también veteranos, que buscan un hueco en la NBA) y la Basketball Africa League (BAL). A estas hay que sumarles la Liga de Verano que se hace en pretemporada para jugadores con menos de tres años de experiencia profesional y la NBA 2K League, de videojuegos. De estas, la única similar a la experiencia que se va a iniciar en Europa es la BAL. Esta competición se creó en 2021 en colaboración con la FIBA con el objetivo de potenciar el talento africano, sacar nuevos talentos y, por supuesto, buscar nuevas oportunidades de negocio. Por ahora, la BAL es deficitaria y por lo tanto no es rentable en términos económicos para la NBA aún, aunque ha tenido un gran impacto deportivo y social en el baloncesto africano. Claro que en Europa ya existe un ecosistema baloncestístico potente y afianzado tras décadas de funcionamiento, por lo que la situación no es equiparable a la de África.
3
La pregunta del millón. No se entiende que la NBA vaya a organizar una competición en Europa sin los mejores equipos del continente. ¿Y dónde están los mejores equipos del baloncesto europeo? En la Euroliga, con contratos millonarios y de larga duración ya firmados. Por lo tanto la NBA y la FIBA están condenadas a convencer a estos clubes para que den el salto a la nueva competición. «Todos los clubes que juegan en Europa son clubes de FIBA«, decía Andreas Zagklis, secretario general de FIBA, para remarcar que contaba con estos clubes. Clubes como Real Madrid, Barça, Olympiacos o Asvel Villeurbanne han sido de los primeros clubes tentados. Algunos de ellos han tenido posturas críticas con la Euroliga, pero la realidad es que por ahora no se han desmarcado de su actual competición. También la NBA y la FIBA se han puesto en contacto con otro histórico europeo como el Galatasaray turco, actualmente en la Final Four de la Champions League, como el Unicaja. Por otro lado, la NBA lo que realmente quiere es tener franquicias en las grandes capitales europeas, que es donde está el negocio y de ahí la insistencia en crear nuevos equipos en París o Londres, al amparo de clubes de fútbol que son auténticas marcas mundiales, como el PSG o el Chelsea. Es decir, que la competición sería una mezcla de clubes con larga tradición baloncentística y otros de nueva creación, pero con mucho dinero. Se habla de 11 ciudades europeas en las que habría equipos de la nueva competición, pero por ahora, todo está en el airea.
4
La NBA parece tener claro que ahora es el momento para dar el salto a Europa y se espera que todo se materialice de aquí a un par de temporadas, para 2027. Pero si hay que crear nuevos clubes, buscar inversores que pongan sobre la mesa cantidades millonarias, convencer a los equipos de la Euroliga y romper contratos, se antoja un proceso bastante largo. Salvo que ya todo esté mucho más avanzado de lo que parece.
5
El Unicaja ha vivido en los últimos años dos grandes momentos de ruptura en cuanto a las competiciones europeas se refiere. En 2015 se quedó fuera de aquel famoso acuerdo que reparía las licencias A entre los clubes de Euroliga, lo que supuso un mazazo para la entidad de Los Guindos y después, en 2021, decidió dejar el universo Euroliga para jugar la BasketBall Champions League de la FIBA. Desde entonces, el conjunto malagueño se ha convertido en uno de los máximos referentes de la competición de la FIBA y también en uno de los clubes más críticos con la Euroliga, por medio de su presidente, Antonio Jesús López Nieto. Ahora la FIBA parece que es la que tiene la sartén por el mango, al aliarse con la NBA. ¿Acerca eso al Unicaja a la nueva competición? Cuesta verlo.
Si el campeón de la BCL accede a la NBA Europa, entonces el Unicaja tendría opciones. Si se crea una segunda competición con equipos de la Euroliga y la BCL para optar a entrar en la NBA europea, también podría tener opciones el club malagueño. Pero por ahora Málaga no está entre las ciudades señaladas en rojo por la NBA y desde luego el club no tiene el poderío económico de los grandes equipos de la Euroliga. «Málaga es una una gran ciudad, pero no puede tener una franquicia de nivel de París, de Londres, de Madrid. Eso es mucho dinero, pero sí nos permitiría una segunda competición muy interesante que yo creo que se podía crear al margen», decía López Nieto, bien informado de los movimientos de la FIBA.
Después de años de rumores, ya nadie duda de que la NBA va a recalar en Europa. La Liga norteamericana ha visto que aquí hay pabellones llenos y buen baloncesto, pero que aún no se ha explotado del todo comercialmente. Vamos, que han visto dinero y por eso vienen aquí. Para hacer negocio. Ellos son los mejores en eso, pero espero que tengan en cuenta que esto es Europa y aquí el deporte de la canasta está más que asentado y hay una pasión, una identificación con los colores y labor formativa que más quisieran en más de un equipo de EE.UU. La FIBA tiene el importante papel de hacer entender a los inversores norteamericanos que esto no funcionará si no se respetan los valores más tradicionales del deporte de la canasta en el viejo continente. Pero lo más importante de este desembarco, en mi opinión, es que por fin se ve una oportunidad de oro para poner un poco de criterio a las competiciones europeas. Para que NBA, FIBA y Euroliga se sienten, hablen y lleguen a un acuerdo que ponga fin al despropósito actual. Que tenemos la Euroliga, la Eurocup, la Basketball Champions League y la FIBA Eurocup, cuatro competiciones con sus clubes, calendarios y trofeos, lo que vuelve loco a cualquier aficionado. Si el desembarco de la NBA sirve para aclarar todo este embrollo, bienvenido sea.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.