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DIA 1
Más de 20 horas después de salir de Málaga, el Unicaja llegó a Singapur, donde buscará un nuevo título internacional. La primera media tarde del ... equipo estuvo marcada por esa sensación mezcla de mareo y dolor de cabeza que provoca al 'jet lag' y que fue aumentando a lo largo del día. Si te pega fuerte, es como una resaca de esas malas... Todo esto, unido a una humedad del 80% da como resultado una tormenta en la cabeza que no se va con el clásico ibuprofeno.
La verdad es que el vuelo fue bastante ameno. Me da la sensación de que en viajes largos y en los funerales es donde más se habla. Me tocó al lado un macedonio que vivía en Australia, así que desde Singapur enlazaba hacia Sydney. No me dijo su nombre, aunque estuvimos de charla varias horas e incluso nos mandaron callar, pero me habló de la corrupción de su país, de cómo han subido los precios de las casas en Australia, que la guerra de Ucrania lo ha encarecido todo, de los problemas con la inmigración (curioso siendo inmigrante), de la falta de palabra de los políticos... Es decir, los mismos problemas que en Málaga y eso que este buen hombre vive en la otra parte del mundo...
El momento en el que Barreiro pasa el control de pasaportes en el aeropuerto de Singapur. El gallego no lo tenía con la validez mínima y a punto estuvo de quedarse en Estambul. Ha pasado una horas de mucha incertidumbre pic.twitter.com/PyPYN4Y2oS
— JCV (@jcv249) September 9, 2024
Singapur recibió a la expedición de noche, cuando resulta más espectacular por el impacto arquitectónico que supone. Los jugadores y los aficionados aprovecharon para dar un paseo, estirar las piernas y esperar a que fuese la hora de echarse a la cama, aunque cuando lo hicieron en Málaga eran las dos de la tarde...
DÍA 2
No hay nada peor que llegar a una ciudad de este tipo sin conocer algo de cómo funciona y eso que me leí varias reseñas de esas de influencers y vi varios vídeos de youtubers famosos (lo que se lleva hoy). Los mapas ayudan y también el navegador del móvil, pero no hay manera. En Singapur, buena parte de la vida discurre entre los centros comerciales, que enlazan unos con otros por arriba y por debajo. Entras en uno y no sabes dónde vas a aparecer y, claro, al final acabas en la otra punta de donde pensabas, así que caminata al canto. Con la humedad se te pegan los pantalones, se te pega la mochila cargada de cacharros y cables y no ves el momento de llegar al hotel, donde por cierto hace un frío que pela. Pero no llegas, o tardas el doble de lo previsto, porque muchas de las calles del centro de la ciudad están cortadas por la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 la próxima semana. Por cierto, la foto que han usado de Fernando Alonso es de cuando hizo la comunión..
Al final, lo mejor fue el metro para llegar a la zona deportiva en la que se jugarán los partidos y donde el papa Francisco realizará un acto multitudinario el jueves. Total, que llegamos al pabellón donde se suponía que estaba entrenando el Unicaja, pero un representante de la FIBA dice que no es allí, que es a casi un kilómetro y medio en una cancha auxiliar. Después de todo el día de un lado para otro, no me lo podía creer. Menos mal que el buen hombre se ofreció a llevarnos en un 'buggy' eléctrico. Que el papa lo tenga en su gloria...
Día 3
Aprovechando que el Unicaja se entrenaba a mediodía, tuvimos unas horas por la mañana para conocer un poco algunos de los puntos más famosos de Singapur. El resumen es que es todo tan impresionante a nivel arquitectónico y de tamaño que es difícil explicarlo. Tengo que confesarles que estuve aquí en 1998 en una escala que duró un par de días, cuando iba de 'excursión' un poco más lejos. Toda la zona de Marina By Sands, el famoso edificio que parece un barco, y todo el complejo que lo rodea, estaba empezando a construirse. Entonces era todo agua... Me comentaban que algo así era lo que necesitaba Málaga, pero en nuestra ciudad sería imposible, porque nos perderíamos en debates sobre la altura de los edificios, el impacto medioambiental, licencias, estudios de no sé qué y los costes se dispararían... Ni lo sueñen.
Volviendo al Unicaja, les invito que le echen un vistazo a la tertulia de baloncesto que tuvimos y en la que el director deportivo del Unicaja, Juanma Rodríguez, estuvo espléndido. En su salsa. Realista, sin estridencias y con normalidad.
Justo antes de la charla con Rodríguez hicimos la foto que este jueves aparece (o aparecerá dependiendo de cuándo lean esto) en la portada de SUR. Carter no se atrevía asomarse, pero al final posó para una imagen que esperamos sea la primera de las históricas que el Unicaja se traiga de Singapur.
Día 4
El baloncesto nos deja a veces situaciones curiosas que están relacionadas con el día a día. El Unicaja está en Singapur porque ganó la Champions League en Belgrado. En todos los Balcanes la altura media la población es bastante superior a la europea. Sus habitantes son en su mayoría de raza eslava, eslavos del sur, principalmente. Cuando estás allí ves a mucha gente rondando los dos metros o superándolos. Por eso hay tantos jugadores y jugadoras profesionales en una región que no tiene una densidad de población alta. Esto afecta a su día a día: el tamaño de los zapatos, la talla de la ropa, las medidas de las camás y, el tema que nos ocupa, la altura de los urinarios públicos. En el Belgrado Arena, donde el Unicaja ganó la Champions, casí había que hacer pipí de puntillas, al menos los españoles medios que fuimos allí.
Aquí en Singapur hay un gran porcentaje de gente de origen malayo, chino, indonesio e indio; es decir, de una talla pequeña. En este caso, los urinarios del pabellón donde se disputa la Copa Intercontinental están situados a la altura de la media local, es decir, muy bajos; tanto que cuesta un poco orinar... No me quiero imaginar a uno de Singapur haciendo pipí allí en Belgrado.
Pero lo peor del pabellón no es esto, sino el frío helador que hace dentro. En la jornada inagural estábamos a ¡trece grados! Eso en Málaga es frío en pleno invierno. Así que el jueves, después de los dos partidos de la jornada, la sensación era heladora y costaba hasta teclear. Menos mal que se ganó. Mañana me llevo una rebeca...
Día 5
El arranque de la competición y el desfase horario permite un margen libre para conocer Singapur. Mientras ustedes duermen, aquí hace rato que ha amenecido, así que ha habido tiempo para patearse la ciudad. Llama la atención la correcta convivencia entre las razas y religiones. Ahora que la inmigración parece ser un problema en todos los países de Europa, en el país asiático que acoge al Unicaja hay 2,5 millones de inmigrantes de un total de 5,5 millones de la población del país. Hay respeto y todo funciona. Esto no quita para que cada barrio sea distinto. El barrio chino es más ordenado, el árabe muy pintoresco y el hindú un poco más descontrolado, pero todo funciona dentro de unas normas estrictas que todos cumplen. Después de casi una semana aquí, hoy hemos visto al primer policía.
Volviendo al baloncesto, la Copa intercontinental enfila la recta final. El pabellón ha tenido algo más de ambiente, pero casi todo el público estaba invitado. Se notó porque muchos parecían haber descubierto el baloncesto en ese momento. Se celebran los botes del balón entre las piernas, los pases y hasta los tiros libres... En el palco también había caras nuevas, llegaron el concejal Borja Vivas y el director de Deportes de la Junta, José María Arrabal. También apareció el presidente de la FIBA Europa, Jorge Garbajosa, que se unió a Cristóbal Ortega, vicepresidente de la Diputación, y López Nieto, presidente del Unicaja.
Día 6
No recuerdo si lo he contado antes, pero no está mal repetirlo. Singapur es la ciudad más cara del mundo para tener un coche. Antes de comprarlo es preciso hacerse con una licencia por la que hay que pagar unos 80.000 euros en el caso de los automóviles más básicos, a lo que hay que unir el precio del vehículo. Es decir, un utilitario muy modesto puede salir por unos 120.000 euros si se suman todos los impuestos. Todo esto si el coche es asiático. En el caso de los europeos es más caro, también si es de una mayor cilindrada. Una locura.
Esta medida se tomó para limitar el uso de los coches en el país y limitar la contaminación tras el primer auge económico de Singapur, que colapsó las carreteras, porque todo el mundo quería tener un coche. De este modo, el transporte público es la mejor opción. Es relativamente barato y conecta a la perfección toda la ciudad, tanto por autobús, como por metro. Este último es una maravilla. Se me hizo tarde para ver el partido del G League United contra el JackJumpers, pero salí del hotel a mediación del primer cuarto y llegué antes del descanso al pabellón, y eso que no estaba muy cerca. Fantástico.
El sábado Singapur estaba a reventar. Es la jornada de descanso y se notó en el complejo deportivo donde se celebra el torneo, también en las calles y en los principales puntos turísticos. La mezcla de razas y nacionalidades es sorprendente, una multiculturalidad que convive sin problemas. Acabamos la jornada en un mercado de comida callejera dando cuenta de la gastromía local, que está a la altura de la ciudad. Sobresaliente, aunque la boca me echaba fuego...
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