Una derrota inesperada

Desde el primer cuarto, el Girona mostró sus intenciones con un Juan Fernández incisivo en las continuaciones de 'pick and roll', castigando la defensa del Unicaja muy atento en las ayudas a Iroegbu. La intensidad en el rebote ofensivo y el juego en transición tras recuperación de balón impulsados por la intensidad de Taylor y Perry en ambos lados de la cancha le dieron las primeras ventajas, pero una mayor agresividad defensiva y la energía ofensiva de jugadores como Durham y Juani Marcos igualaban el marcador.

El segundo cuarto comenzó con imprecisiones y algunas pérdidas por parte del Unicaja, el dominio del rebote y la mayor intensidad defensiva de Taylor permitió acelerar el ritmo malagueño, mientras el Girona adelantaba su defensa con Durham, imprimiendo energía y velocidad en sus acciones. El buen trabajo defensivo, en la anotación y en el rebote de Balcerowski en esta primera parte, aprovechando su movilidad y superioridad física, permitieron al Unicaja mantear al descanso el dominio en el marcador.

El tercer cuarto comenzó con acierto exterior del Unicaja, pero el Girona se mostraba agresivo en defensa. El Unicaja, falto de fluidez ofensiva, dependía más del rebote ofensivo para generar segundas oportunidades que de su juego, mientras y el Girona disputaba el dominio del rebote, empezaba a controlar el ritmo de partido y encontraba en Durham un líder en la anotación e intensidad de su equipo.

Al final, el Unicaja, condenado al cinco contra cinco y sin poder correr buscaba las soluciones basado más en destellos individuales, como Carter, mientras Osetkowski en un día aciago seguía absolutamente desacertado. A pesar de un triple y tres tiros libres de Perry en los instantes finales, Girona cerró la victoria con un Durham estelar.