El coste de las renovaciones en el Unicaja supera ya los dos millones de euros

Sin embargo, el esfuerzo económico que el club de Los Guindos va a tener que hacer va a ser muy importante, quizá el mayor de los últimos años, pues pocas veces se apostó por esta continuidad, salvo en el verano de la pandemia cuando sólo se contrató a Tim Abromaitis.

Cuando se logró el título de la Copa en Badalona, en el seno del club malagueño ya se había comenzado con este proceso negociador e incluso había un principio de acuerdo con Ibon Navarro. Entonces las previsiones de gasto no eran tan grandes. Se calculaba alrededor del millón de euros, quizá algo más, para poder mantener al equipo que luego logró el título.

Hay dos motivos que explican este incremento del coste de las renovaciones supere ya los dos millones de euros. El principal es el cambio del régimen fiscal de la mayoría de los extranjeros que llegaron al equipo el pasado verano. El club priorizó la incorporación de jugadores de fuera de España y que no eran residentes en términos fiscales. Esto les permite tributar al 24%. Pero cara a la próxima campaña, este porcentaje casi se doblará y el coste para el club será mucho mayor; dependiendo en cada comunidad autónoma varía entre el 43 y el 48%. Esto afecta a jugadores como Thomas, Perry, Djedovic, Ejim, Kravish, Osetkowski y Carter.

El Unicaja los ha renovado a casi todos y tiene que asumir ese incremento. Están excluidos todos los nacionales, incluido Ibon Navarro, que ya tributan al 45%, además de Kalinoski, que tributó al porcentaje más bajo parte de la temporada, pero al doble en el resto al venir del Breogán, por lo que es residente en términos fiscales. Esto explica también que la oferta a Will Thomas, el jugador más caro de la plantilla, haya sido a la baja respecto a lo que cobra esta campaña, pues mantener su salario tributando al doble no es viable para el club malagueño. Si no la acepta, se buscará un recambio para el ala-pívot de Baltimore.

El otro gran problema que se ha encontrado el Unicaja ha sido el interés de clubes muy fuertes a nivel económico, casi todos de la Euroliga, en varios jugadores de la plantilla. Es algo lógico visto el buen rendimiento que están dando en Málaga. Pura ley del mercado. Al menos Kalinoski, Kendrick Perry, Brizuela, Osetkowski y Kravish contaban con ofertas importantes y eso ha obligado a abrir el cajón del dinero más de lo previsto. Ahora habrá que ver cómo se cuadran las cuentas.

Es previsible una mayor aportación de la Fundación Unicaja, propietaria del club, y de Unicaja Banco, patrocinador principal, aunque esto deberá concretarse todavía. Así sucedió cuando se ganó el último título, el de la Eurocup. El Unicaja invierte en salarios de la plantilla algo más de siete millones de euros brutos, cantidad que se elevará notablemente cara a la próxima temporada. Posiblemente será uno de los equipos del la entidad cajista más caros en muchos años. El club ha aumentado sus esfuerzos para encontrar ingresos distintos a las dos vías principales (Fundación y Banco) y hay que tener presente que ingresa más de dos millones en concepto de acuerdos con las administraciones.

Algunas fuentes indicaron que estos más de dos millones de euros extras por las numerosas renovaciones en la plantilla incluirían ya también a Alberto Díaz y el contrato que se negocia con el malagueño, algo que no pudo ser confirmado por SUR. El base acaba contrato en 2024 y el Unicaja quiere atarlo de por vida, aunque para ello tendrá que hacer una notable inversión. Todavía el club tiene que concretar varias operaciones más, como la ya mencionada de Thomas, decidir si sigue con Yankuba Sima, cómo será la vinculación con Lima, ahora lesionado, y el nuevo contrato de Jonathan Barreiro. Hay otro asunto en el que se trabaja también, la posibilidad de retener a Tyson Carter, ya sea cedido o ficharlo en propiedad. Si se decide lo segundo, habrá que pagar al Zenit una cantidad que contempla el acuerdo entre el conjunto ruso y el escolta estadounidense. Las conversaciones están en marcha.