Locura en el recibimiento al Unicaja campeón de la Copa del Rey

En ese momento se desató la locura entre los aficionados. Sonó el himno del Unicaja mientras Alberto Díaz, desatado como pocas veces se le ha visto, se dirigía a compartir la Copa con los cajistas. Sus compañeros, especialmente los extranjeros, no salían de su asombro. Sabían que había gente, pero no tal cantidad. Había muchos más aficionados que cuando el Unicaja ganó la Eurocup.

Tal era la cantidad de aficionados congregados que el cordón de seguridad no aguantó ni un minuto. Todos querían estar con sus jugadores, fotografiarse, tocar la copa y disfrutar de un momento histórico. Se escuchó el ya clásico «Ibon tenía un plan», que tanto ha sonado en la Copa y que representa la identificación que la hinchada cajista ha logrado con el técnico vasco. También hubo un recuerdo para los que menospreciaron al Unicaja, como el catalán Joel Parra, alero del Joventut, que dijo que el equipo estaba sobrevalorado. «¡Joel Parra, contigo empezó todo!».

Los jugadores salieron de la sala de llegadas y continuaron firmando autógrafos. En el exterior de la terminal esperaban familias enteras y, en el caso de Alberto Díaz, sus amigos del barrio, con los que se hizo fotos, se dio abrazos y compartió confidencias. Dentro de la terminal todavía seguía Osetkowski, que está dispuesto a cumplir su promesa de invitar a los aficionados del Unicaja a una fiesta si se ganaba el título. Al ala-pívot se lo recordaron y este soltó un «¡Vamos de fiesta!».

El Unicaja recorrerá hoy las calles de Málaga en dos autobuses descapotables en los que visitará la sede de Unicaja, el Ayuntamiento y el Santuario de la Victoria.