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Tanto el Bilbao como el Unicaja colocaron en cancha lo mejor que tenían en el comienzo del partido de ayer. La ocasión especial para los suplentes no tenía sentido para el equipo malagueño, ya que todos sus integrantes participan habitualmente de manera muy generosa en casi todos los partidos. Por parte vizcaína, con sólo nueve jugadores en acta, enseguida tuvo que entrar, incluso, el junior Miguel Ruiz.

El de ayer era un partido muerto desde el principio, carente de interés, ritmo y calidad. Ya en el primer cuarto, vimos a los dos equipos defender en zona y a pesar de ello, el acierto general fue muy pobre en el primer tramo.

En el segundo cuarto reaccionó el equipo de Bilbao frente a una defensa cada vez más pobre del Unicaja. Afortunadamente la presencia de Mekel facilitaba la anotación de sus compañeros, y los porcentajes de acierto mejoraron, aunque debajo de los aros mandaba el conjunto bilbaíno.

Después del descanso, sin que la defensa del Unicaja fuera gran cosa, el ataque vizcaíno iba languideciendo por minuto y el equipo malagueño consolidó su ventaja, hasta abrochar una victoria intrascendente, que tuvo el dato más destacado en la participación del joven Pablo Sánchez que, al margen de aciertos y errores, mostró su enorme personalidad y no se cortó lo más mínimo, aunque Luis Casimiro prefirió liberarle de los minutos decisivos.

Finalizada ya la temporada, tenemos la impresión de que el Unicaja, una vez más, no puede decirse que haya alcanzado grandes éxitos aunque tampoco ha sufrido fracasos. Quizás en esa tibieza pueda estar el gran problema de este equipo, que debe buscar los ingredientes para vivir a partir de la próxima temporada a temperaturas más elevadas. En esta Fase Final, el Unicaja se ha encontrado con dos equipos, como el Barcelona y el Baskonia, que son mejores comparados hombre por hombre y de alguna manera pudo, incluso, ganar a ambos, pero al final no supo conseguirlo. En consecuencia, a nadie puede sorprenderle demasiado la clasificación final, por más que sea precisamente esa sorpresa lo que echamos de menos.

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