Altísima exigencia

En el segundo cuarto, el Murcia rompió el equilibrio gracias a su acierto exterior (7 triples en la primera mitad, tres de ellos de Gates) y al liderazgo de Radovic, que sumó 11 puntos antes del descanso. La defensa zonal murciana colapsó las líneas de pase y redujo la fluidez ofensiva de Unicaja, que encontró una acción liberada tras tiempo muerto de Ibón Navarro para cerrar la primera parte con un triple de Osetkowski que dio mínima ventaja.

Tras el descanso, el Unicaja mejoró sus porcentajes y aumentó su agresividad ofensiva, con Perry aumentando el ritmo de su equipo y Alberto Díaz anotando dos triples claves ante la persistencia de la zona murciana. El parcial de 25 puntos en este periodo mostró una versión más eficiente del equipo local, que llegó a rozar el 42% en triples.

El último cuarto parecía sentenciado tras tres triples consecutivos y una brillante aparición de Tillie, que obligó al reajuste defensivo de UCAM. Sin embargo, el parcial murciano de 4-18, con Ennis liderando y Gates letal desde fuera, cambió el guion. La expulsión de Alberto y el incremento en el contacto físico generaron un escenario caótico. A pesar de los aciertos de Tillie y Carter en saques de fondo, UCAM forzó la prórroga.

En el tiempo extra, Unicaja ajustó roles: Carter asumió el control del juego y desbordó desde el uno contra uno, mientras la energía la ponía Pérez castigando el aro de un UCAM tremendamente competitivo hasta el final, que no pudo igualar el nivel físico y de ejecución del Unicaja en los últimos cinco minutos de los malagueños para llevarse un partido de enorme complejidad táctica y emocional.