Fallece el empresario malagueño José Luis Martín Lorca

La noticia de la muerte de este emblemático empresario corrió como la pólvora y dejó un gran vacío. Martín Lorca era un icono del turismo, una industria con la que ha cosechado a lo largo de su vida numerosos reconocimientos, entre ellos en 2015 el Gobierno le otorgó la Medalla al Mérito Turístico "por extraordinarios servicios prestados tras más de sesenta años de compromiso con el sector", señalaba la información emitida por el Consejo de Ministros. SUR recogía esas primeras reacciones en las que este empresario, emocionado, confesaba que había sido "toda una sorpresa" y recordaba que llevaba toda una vida dedicado al turismo.

Comenzó su andadura en 1954 en el mítico hotel Miramar. Fue el inicio de una trayectoria en la que atesora hitos como el de haber formado parte del primer touroperador internacional que existía en España, Horizon, o de haber impulsado en más de medio siglo de actividad turística la creación de cerca de 6.400 plazas hoteleras y más de 1.200 puestos de trabajo. Hasta hace pocos años ha seguido estando al frente de sus hoteles, que recorría a diario desde la distancia de un jubilado y con el orgullo de liderar una cadena que tiene por nombre las iniciales de su apellido ML Hoteles. "Nunca lo he vivido como un trabajo, como una obligación», sentenciaba en una entrevista a SUR tras recibir la Medalla al Mérito Turístico en la que remarcó que "1954 era una fecha inolvidable. Entré en el departamento de contabilidad del hotel Miramar y después pasé a la recepción. En total estuve allí seis años. Tuve la oportunidad de irme a Londres durante un año y medio y después a Alemania. Trabajé en la recepción del Bradenbaherhof. Aprendí alemán y me casé con una alemana, que conocí en el hotel Miramar. Después estuve otro año y medio en Ginebra, que me permitió hablar francés y acumular una gran experiencia hotelera".

Todo un adelantado a sus tiempos si se tiene en cuenta que en aquella época en Málaga no había más que el hotel Miramar y acababa de arrancar el Pez Espada. Pronto tuvo claro que tenía que volver a la Costa del Sol y lo hizo al hotel que lleva este mismo nombre. De allí al Torremora, propiedad de la compañía Horizon con la que llegó a ser director general y abrir catorce hoteles en España, destacando Pueblo Indalo, en Mojácar, o el Mónica, con el que Nerja empezó a estar en el mapa turístico para los ingleses. Después comenzó su andadura en solitario con el hotel Ángela, luego vino el Yaramar y el Florida, vendido en 2022, todos en Fuengirola.

Sus restos mortales descansan en Parcemasa, en la sala 2, donde familiares y amigos darán el último adiós a un empresario querido y admirado tanto en el mundo del turismo como en el taurino en el que creó su propia ganadería de toros bravos en 1990, cuya reses pastan en la finca 'La Navarra' en la localidad sevillana de Castillo de las Guardas. Asimismo, fue apoderado de toreros como Miguel Márquez, Ricardo Ortiz y Francisco José Porras y empresario de plazas como Málaga -en dos ocasiones- y Burgos. En La Malagueta fue empresario entre 2000 y 2006, donde dio un destacado impulso a los festejos taurinos. En 2017 volvió al frente del coso primero junto a otros empresarios en Toros del Mediterráneo, sociedad que un año después pasó a asumir en exclusividad junto a su yerno, José Carlos Escribano, estando al frente de la plaza hasta 2020.

Mañana, día 21, a las once y media se celebrará una misa por su alma en Parcemasa. Descanse en paz.