Los campings, únicos alojamientos en la Costa del Sol que crecen en 2022 más que antes de la crisis
Los negocios que peor han funcionado son los apartamentos turísticos, que aún están un 19,5% por debajo de los niveles de 2019
El balance definitivo de la actividad de las diferentes modalidades de alojamiento en 2022 sigue mostrando demasiados puntos rojos, que indican que aún no se ... ha llegado a los niveles de antes de la pandemia. El que se encuentra en peores circunstancias es el sector de apartamentos turísticos, que cuentan con una normativa más exigente que las viviendas vacacionales si bien el producto es muy similar. En la otra cara de la moneda están los cámping, que son los únicos alojamientos en la provincia que crecieron el pasado año muy por encima de los registros de 2019 y que consiguen, además, tener todos los indicadores en positivo, según los datos del último informe de Coyuntura Turística de Turismo y Planificación Costa del Sol.
En el cómputo global del negocio alojativo, las grandes cifras señalan que toda la oferta recibió 7,1 millones de viajeros, un 4,4% menos que en prepandemia, y eso que registraron un fuerte aumento, de más de nueve puntos, de turistas españoles. Un tirón que no pudo ser compensado por la llegada de extranjeros, aún resentidos por los dos años de restricciones a la movilidad. Una circunstancia que sigue lastrando a los principales emisores y que han provocado que los alojamientos malagueños recibieran el ejercicio pasado un 12,7% menos de clientes internacionales.
En cuanto a las pernoctaciones, el total de establecimientos han registrado dos millones menos de estancias en 2022 que antes de la pandemia, es decir, han sumado 26,9 millones de noches reservadas, un 7,2% menos, arrastrado por un descenso de casi 13 puntos en demanda de fuera del país que impide que se ponga en valor el aumento del 7% de las reservas de españoles.
Alojamientos
Desde el sector de camping recalcan que desde la pandemia es una opción que no ha dejado de crecer por ofrecer espacios abiertos, en zonas de plena naturaleza o junto al mar. Sin embargo en 2022 la tendencia al alza ha experimentado incluso un mayor ritmo, hasta el punto de cerrar el ejercicio con un 34% más de viajeros, con 284.470, destacando en este caso un incremento del 45% en llegadas de turistas extranjeros. Este tirón ha supuesto un crecimiento en estancias del 8%, rozando la barrera de 1,4 millones de pernoctaciones.
Por contra, los apartamentos turísticos sólo consiguen tener en positivo las reservas de turistas nacionales, que han subido un 2%. El resto de indicadores muestran un retroceso de 19,5 puntos en viajeros alojados, que se quedan en poco más de un millón, y de un 18,2% en noches reservadas respecto a 2019, situándose en 5,4 millones.
Los hoteles son los establecimientos clave de la oferta alojativa de la provincia, concentrando casi 20 millones de pernoctaciones de las 26,9 millones globales. Estos negocios sí han dado síntomas de recuperación, pese a que se han quedado a pocos puntos de la actividad generada en 2019, que fue el mejor año turístico de la Costa del Sol. Así, en el caso de los viajeros están sólo un 2,5% por debajo de antes de la pandemia y en pernoctaciones a un 4,5% de los registros anteriores a la crisis sanitaria.
El impacto del Covid-19 sigue constatándose en cierres de empresas que no han conseguido levantar el vuelo. Concretamente, este estudio señala que la provincia ha registrado un descenso del 3,6% en el volumen de negocios turísticos, es decir, 482 han echado la persiana, quedando activas 12.736 empresas.
Por contra, el empleo está en niveles superiores a antes de la pandemia, con 120.535 trabajadores, un 1,7% más en 2022 que en 2019, impulsados por el aumento de la oferta de alojamientos que mantiene su tendencia al alza.
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