La escalada bélica añade incertidumbre al turismo de la Costa del Sol en pleno verano
Las agencias advierten de que los viajes de españoles a EEUU caerán en un 10% y de que el conflicto enfría la demanda a Oriente Medio y Egipto
La onda expansiva del bombardeo de EEUU a tres plantas nucleares de Irán se deja sentir en el sector turístico, una industria más que sensible ... a cualquier acontecimiento que genere inestabilidad. Aunque los profesionales del sector coinciden en que es pronto para calcular el impacto de esta acción que asoma al mundo a la mayor escalada bélica en 80 años lo cierto es que a las puertas de los meses más intensos para la principal industria andaluza y malagueña este nuevo contexto internacional añade incertidumbre.
Tras numerosas conversaciones con profesionales del turismo, estos coinciden en que después del bombardeo de EEUU a Irán se abren diferentes escenarios aún por concretar ante el escaso margen de tiempo transcurrido y la necesidad de esperar a ver si el conflicto alcanza mayores dimensiones. De hecho, en la tarde de ayer Irán bombardeó unas bases de EEUU en Catar. Desde las agencias de viajes, hoteleros, y profesionales vinculados a esta industria tienen claro que lo acontecido añade y aumenta la incertidumbre, que nunca es la mejor compañera de viaje. El sector muestra su preocupación aunque por el momento no se han producido cancelaciones.
El responsable de la Asociación de Agencias de Viajes, Sergio García, aporta las primeras estimaciones de la factura que puede pasar esta nueva situación. Los datos los ha emitido la patronal de este sector a nivel nacional y apuntan a una caída del 10% en los viajes de los españoles hacia Estados Unidos. Un descenso que será más acuciado, asegura, en cuanto a la llegada de norteamericanos a los destinos españoles, entre ellos, a Málaga que sí cuenta en estos meses con un vuelo directo a Nueva York que opera a diario United Airlines. «Antes del bombardeo, sólo con los vaivenes del presidente Trump con el tema de los aranceles ya se hablaba de una bajada de viajeros de EEUU a Europa de entre el 10 y el 15%. Una cifra que ahora se agudizará e irá a más».
García también señala como efectos inmediatos los derivados de la inseguridad que se genera en la zona de Oriente Próximo, sobre la que vaticina un enfriamiento de la demanda pese a que Málaga también cuenta con conexiones aéreas directas con las capitales de Arabia Saudí y la de Catar. Y también avanza que ya han compartido impresiones con operadores de la zona de Egipto, que comenzaba a levantar cabeza y que es un competidor directo, y que advierten de que se volverán a frenar las reservas.
Otra de las consecuencias que temen los agentes de viajes es que se encarezcan los vuelos de cerrarse el estrecho de Ormuz por el que transita más del 20% del petróleo que consumen, entre otros, las aerolíneas. «Está claro que el turismo es lo primero que se ve afectado», declara.
20,7
son los millones de pernoctaciones que prevén sumar los hoteles andaluces entre julio y septiembre.
Sin embargo, la experiencia deja claro que, de este tipo de conflictos y de acontecimientos que desatan el miedo a viajar y que colocan al factor seguridad en un elemento clave a la hora de decidir el destino de vacaciones, la Costa del Sol suele salir ganando haciendo válido el refrán de «a río revuelto ganancia de pescadores». Expertos en el sector y directores de hoteles consultados abren también la vía de que esta nueva situación puede convertir, como ha ocurrido en otros ocasiones, a la provincia malagueña en el «destino refugio» al que desviarán sus intenciones de viaje parte de los turistas que decidan cambiar sus planes.
De hecho, el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Javier Hernández, confirma que quienes tenían previsto viajar al litoral malagueño están manteniendo sus reservas y señalan al cierre del estrecho de Ormuz como la mayor preocupación en estos momentos por el impacto que esta medida puede tener en la subida de los precios del petróleo. Un efecto que el consejero de Turismo, Arturo Bernal, considera que se dejará notar a medio plazo y que estima que el incremento en combustibles se cifra ya en torno al 10 y el 15% más. Sin embargo de cara al verano asegura que «los que ya vienen con sus paquetes o con sus servicios comprados con lo que el impacto será menor. A partir del tercer trimestre, ya para el final del año, podemos encontrar un encarecimiento de los servicios y de los transportes, sobre todo por la afectación de este conflicto».
Bernal también comparte la tesis que habla del efecto de que los turistas centren sus miradas en los destinos que les ofrecen garantías de seguridad. «Los destinos seguros y confiables institucionalmente siempre están en esa posición. El turismo es la industria de la felicidad pero también de la seguridad y de la confianza. Nunca tendremos agradecimiento suficiente para los cuerpos y fuerzas de seguridad por procurarnos esa seguridad que es básica para cualquier actividad y especialmente para el turismo», afirma el consejero.
Sin embargo y por eso de que el miedo es libre, lo ocurrido en la madrugada del pasado sábado también puede tener un impacto en la capacidad de gasto porque, apuntan algunos directores de hoteles, que «más de uno va a pensar que se avecinan tiempos inestables y que mejor guardar que gastar y los viajes no son bienes de consumo de primera necesidad». Aún así, las previsiones para el verano indican que el turismo seguirá creciendo aunque a menor ritmo que el año pasado.
Más turistas y de mayor gasto
De hecho, Arturo Bernal, vaticina un «excelente verano turístico». En Cádiz presentó este lunes las previsiones para la temporada alta en la que espera más turistas y con mayor capacidad de gasto. En su intervención ha ido desgranando los datos que avalan tal afirmación y que consolidan la estrategia de crecer más en ingresos que en llegadas de viajeros. Concretamente, el aumento del gasto previsto por los visitantes duplica al de visitantes que recalarán en el periodo más intenso del año para la industria turística. Bernal ha avanzado que barajan la previsión de alcanzar los 9.000 millones de euros en ingresos, un 3,1% más que en el verano del 2024 y que esperan que visiten los destinos andaluces 12,8 millones de viajeros, lo que supone un crecimiento del 1,5% respecto al año anterior. Además, ha puntualizado que «mantenemos nuestra cuota en el mercado nacional con un total de 8,5 millones de turistas, un 0,5% más, y mejoramos en un 5% la llegada de visitantes extranjeros hasta los 4,3 millones».
Unas cifras que también han impulsado la creación de empleo, que en el escenario más optimista ha estimado que se alcancen los 501.000 trabajadores, lo que supondría un 6,4% más en comparación con 2024. «El turismo siempre da buenas noticias a Andalucía y, gracias a nuestra apuesta hacia un modelo sostenible, estamos consiguiendo buenos resultados que medimos en ingresos y empleo», ha explicado Bernal.
En cuanto a las pernoctaciones hoteleras también ha apuntado resultados históricos alcanzando los 20,7 millones de estancias, un 2,7% más que en 2024, lo que supone 600.000 más. En el desglose por provincias, aunque la de Málaga sigue siendo el motor del turismo andaluz, la estadística muestra que tras Huelva será la que menos crecimiento experimentará con una subida del 1,6% en noches reservadas en hoteles, rebasando los 7,5 millones de estancias.
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