El alcalde de Málaga defiende la llegada de turistas pese a las restricciones a la movilidad en la provincia
Francisco de la Torre considera que la entrada de viajeros internacionales está más controlada porque tienen que venir con PCR
Al toque de atención de Europa a España de que sea coherente con las restricciones que establece en el interior de la provincia y la ... movilidad internacional, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha defendido la llegada de estos turistas a pesar de que la provincia tiene cierre perimetral, considerando que la llegada de estos viajeros internacionales está más controlada porque tienen que venir con PCR y mueven la economía. Tras señalar que siempre ha sido leal a la Unión Europea ha afirmado que en este caso «no creo que sea incompatible; no lo veo incoherente. Estamos como sacrificando nuestra movilidad para garantizar un espacio más seguro para aquellos que vienen de fuera y dinamizan la economía«, ha dicho, insistiendo en que »no me parece incoherente; aparentemente lo es, pero no lo es. Hay una relación causa-efecto y coincide, además, con lo que hacen otros países. En esto, no estoy de acuerdo con la UE, con lo que han dicho«.
De la Torre ha explicado que «en otros países ocurre igual, salen a otros destinos y nos viene fenomenal que puedan venir a zonas turísticas nuestras, pero dentro ponen restricciones de movilidad, lo hace Alemania, lo hace Francia, pero vienen aquí», recalcando que todos los que llegan lo hacen con «sus certificados de poder viajar, de estar en condiciones, y dinamizan la economía nuestra» .
El portavoz de Justicia del Ejecutivo comunitario, Christophe Wigand, dejó muy claro que la transmisión y riesgo es «similar» en los viajes domésticos y transfronterizos, por lo que debería haber «coherencia» entre las medidas para ambos tipos de viaje.
Precisamente, días atrás la ministra de Turismo, Reyes Maroto, justificó la llegada de turistas alegando que los extranjeros «vienen con PCR y eso no se puede garantizar en los viajes en la Península». Así, reconoció que «no se tiene capacidad de control» para los viajes nacionales, mientras que, como «el 80% de los internacionales» llegan en avión, es «más sencillo» establecer controles sanitarios de este tipo.
Todo ello cuando hoy el Reino Unido ha anunciado sanciones de 6.000 euros a los que viajen sin motivos esenciales, justo cuando España levanta la prohibición de llegadas de británicos al país, salvo residentes, y de que Alemania, que había sacado a Baleares de las zonas de riesgo a las que viajar, vuelva a restringir las salidas obligando a los que vuelvan de España a hacerlo con una PCR negativa.
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