La aerolínea finlandesa Finnair pone el foco en Málaga al cumplir un siglo de vida

En la presentación de estos cien años volando ha ido enumerando hitos de la compañía, para la que considera clave la colonia de finlandeses de Los Pacos en Fuengirola y ha recordado aquel primer vuelo, un monomotor alemán, el Junkers F-13, que aterrizó del puerto de Helsinki el 20 de marzo de 1924 con una singular primera operación comercial: el transporte de 162 kilos de correo entre la capital finlandesa y la de Estonia, Tallin. Ninguna de las dos ciudades disponía aún de un campo de aviación, por lo que el Junkers usaba las aguas de sus puertos para servir a un puñado de pasajeros y, sobre todo, trasladar los objetos postales. El correo fue el negocio que dio sentido al transporte aéreo en sus orígenes, ha precisado para apuntar que en ese primer año de actividad, con aviones con capacidad para cuatro pasajeros, movieron 300 viajeros, frente a los 12 millones con que cerraron 2023. Una cifra que aún está a un 80% de las cifras de antes de la pandemia, en este caso, por el revés que ha supuesto la invasión de Rusia a Ucrania.

Con la rotunda afirmación de que «Málaga tiene nombre en Finlandia» ha justificado que para este año hayan aumentado la capacidad aérea en la Costa del Sol en un 17%, frente a la decisión de mantener la de Madrid y Barcelona, así como las de temporada alta en Alicante y Palma de Mallorca.

En el relato de estos cien años de historia hay un momento importante: la entrada en el mercado español. Se produjo el 4 de abril de 1964 y ese primer vuelo aterrizó en Barcelona como escala intermedia de un vuelo entre Helsinki y Málaga que transportaba a finlandeses ávidos del sol. Para esa fecha, la que ahora es la sexta aerolínea en activo más veterana del mundo, ya se había fusionado con la aerolínea finlandesa Karkumaki Airways (Kar Air) y había adquirido el primer avión de tipo SudSE.210 Caravelle 10B3, avanzado para su tiempo, y al que la aerolínea llamó SuperCaravelle. Un aparato que abrió nuevos horizontes para alcanzar nuevas conquistas europeas como Milán, Hamburgo, Ámsterdam, Frankurt, Copenhague y el mencionado 4 de abril de 1964, Barcelona, en escala hacia Málaga.

Para ese entonces, la Costa del Sol ya había iniciado un fuerte idilio con Finlandia desde que en 1959 la compañía finlandesa Kar Air partió de Helsinki, con escala en Suecia para llegar a Málaga a mediodía con 48 pasajeros dispuestos a disfrutar de sus vacaciones. Unos lazos que se han ido consolidando y que ha supuesto que en Fuengirola haya una colonia de 8.000 finlandeses, que gozan incluso de un colegio con el sistema educativo de este país escandinavo.

Ahora, Roig ha destacado la importancia de Málaga en la red de aeropuertos españoles y no ha dudado en señalar que ocupa la primera posición con una operativa de once vuelos a la semana para esta temporada alta, que se quedarán en diez en invierno. Además, de apuntar a un crecimiento del 17% de la capacidad respecto a 2019, ha avanzado que la apuesta es por aumentar los vuelos diurnos con el objetivo de ir creciendo en la demanda de malagueños. «El 70% de los pasajes se venden en Finlandia, el 20% en Málaga y el resto son viajeros en escala a ciudades de Asia o India donde tenemos una gran programación. Queremos aumentar la cuota de malagueños que pueden disfrutar del verano finlandés, que es un oasis de temperaturas frescas en el que refugiarse del calor», ha explicado para señalar que el segundo destino más comprado desde que comenzó el año es Japón, país al que vuelan a Tokio, Osaka y Nagoya, a final de este mes. En Helsinki cuentan con un centro de operaciones que conecta este país con algunas de las principales capitales asiáticas, como Delhi, Tokio, Singapur, Bangkok o Seúl, además de Nueva York o Los Ángeles, entre otros destinos en Estados Unidos.

Javier Roig ha destacado el potencial de la Costa del Sol y el gran tirón que tiene para los finlandeses, asegurando que «sienten adoración por todo lo que ofrece el destino y por su forma de vida, de la que sólo no comparte el horario tan tardío para ellos del almuerzo». Un auge que también notan por el desembarco en la ciudad de empresas tecnológicas.