El verano y los móviles: cómo no convertir las vacaciones en una batalla campal con los niños
El Instituto Nacional de Ciberseguridad ofrece una serie de recomendaciones para encontrar un equilibrio entre los dispositivos tecnológicos, el juego al aire libre y las relaciones personales
Con la llegada de las vacaciones escolares, niños, niñas y adolescentes cuentan con un extra de tiempo libre que muchas veces invierten en pasarlo delante ... de las pantallas de las videoconsolas, de los móviles o de las tablets. No hay nada de malo, siempre que ese uso se gestione, esté controlado y sirva para divertirse y relacionarse con otras personas a través de internet, pero de forma segura.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ofrece una serie de pautas, dirigidas principalmente a los padres, y que empiezan en el mismo momentos en el que se preparan las maletas.
Antes de iniciar las vacaciones
El Incibe recomienda hacer copias de seguridad y vaciar el teléfono de fotografías y documentación importante para que, en caso de que se pierda el dispositivo, no haya información comprometida que pueda caer en manos de desconocidos. También aconseja activar la doble factor de autenticación y la opción de 'buscar mi móvil' -para dispositivos Android, se puede utilizar el servicio 'Find My Device', de Google, y en caso de IOS, 'Find my iPhone'-.
Durante las vacaciones
El Incibe desaconseja conectarse a redes wifi públicas, incluso en los aeropuertos y hoteles, y, de hacerlo, sugiere que solo sea para actividades de bajo riesgo, como navegar o leer noticias.
Es habitual que bares y restaurantes usen los QR para sus cartas. En este caso hay que tener precaución a la hora de escanear el código y hacerlo de manera segura, «por ejemplo con una herramienta gratuita para analizar la URL y verificar que es segura y no está manipulada».
Siempre que no se estén usando los dispositivos, mantenerlos bloqueados para evitar que quede desprotegido encima de una mesa, en la toalla o en el borde de la piscina, por ejemplo.
Control parental
Hacer uso de configuraciones seguras en las aplicaciones o plataformas que usan principalmente los menores y ejecer un control parental. También promover con los hijos una educación digital en familia y contenido positivo como juegos didácticos y la aplicación Cyberscouts, recomendada por el Incibe..
Lo primordial es hacerle ver a los niños y adolescentes que tiene que existir un equilibrio entre el uso de los dispositivos tecnológicos y pasar tiempo con otros niños y niñas lejos de las pantallas. Esto puedo derivar en ocasiones a sentimientos de frustación, sobre todo, porque se aburran o se enfanden si ven a otros menores utillizando sus dispositivos. Hay que enseñarles a gestionar este sentimiento de frustación y también mostrarles lo beneficioso que pueden ser esas pausas regulares para el bienestar físico y mental (evitar la fatiga ocular, el dolor de caveza...) y lo divertido que es combinar la tecnología con otro tipos de actividades al aire libre.
Se puede llegar a pactos familiares entre todos para establecer unas normas y pautas de uso, que se pueden configurar en el propio dispositivo o mediante aplicaciones de control parental. También se les pueden dar vales de tiempo, como los que propone el Incibe.
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