Desarrollan una pila que se apaga y enciende en ciclos de calor y frío

Esta nueva tecnología podría prevenir los incendios que han causado la retirada y prohibición de muchos dispositivos que funcionan con pilas, desde sillones reclinables y ordenadores hasta sistemas de navegación.

La batería consta de dos electrodos o extremos y en un líquido electrolito que lleva partículas cargadas entre sí. Hasta ahora, un cortocircuito o sobrecargar la pila generan calor, y si la temperatura alcanza los 150 grados centígrados, el electrolito puede provocar un incendio y desencadenar una explosión.

Ahora, el equipo de investigadores de Stanford ha recurrido a la nanotecnología, a partir de un invento reciente que consiste en un sensor portátil que controla la temperatura del cuerpo humano. Este sensor está hecho de plástico, con pequeñas partículas de níquel de las que sobresalen pinchos minúsculos.

Para conducir electricidad, las partículas con puntas tienen que tocarse físicamente entre sí, pero durante una expansión térmica, el polietileno se estira, lo que provoca que las partículas se difundan, según los investigadores. De este modo, la película se vuelve no conductora, por lo que la electricidad no puede fluir a través de la pila.

Cuando el equipo de científicos calentó la batería por encima de los 70 grados, la capa de polietileno se expandió como un balón, lo que causó que las partículas en punta se separaran y la batería se apagara. Cuando la temperatura descendió de los 70 grados, el material se encogió, las partículas entraron en contacto de nuevo y la pila empezó a generar energía una vez más.