Raúl López, responsable de la feria de videojuegos independientes 'Guadalindie'

«Lo ideal sería que no hubiera que irse de Málaga para hacer videojuegos»

–¿Cómo surge la posibilidad de crear esta feria?

– 'Guadalindie' surge de MálagaJam, una asociación de desarrolladores de videojuegos de Málaga que organiza dos veces al año una 'Jam' (encuentro de desarrolladores) y que intenta potenciar el talento y el desarrollo de videojuego aquí en Málaga. Empezó en 2015 y la comunidad ha ido creciendo y nos dijimos: vamos a dar siguiente paso. Hacer una feria era como subir al siguiente nivel. Contamos con el apoyo del Polo Nacional de Contenidos Digitales y nos pusimos en contacto con el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (FYCMA). Les preció interesante porque era una forma de profesionalizar los videojuegos y se apuntaron al carro de organizar el evento en conjunto. Lo primero que hicimos fue buscar un 'branding', una marca para el evento. Nos gustaba mucho el concepto de un sitio donde fluyen los videojuegos y de utilizar la herencia mozárabe que tenemos y de ahí el nombre de la feria. Daruma Studio nos diseñó el cartel y luego empezamos a contactar con gente del mundillo que nos gusta lo que hace.

–¿La idea fue desde el principio centrarse en los videojuegos independientes?

–Sí, en MálagaJam siempre decimos que lo que realmente importa de los videojuegos son las personas que están detrás de ellos. En los pequeños estudios es donde hay más impulsos de creatividad, más libertades para poder hacer cosas, aunque con menos recursos. A todos nos gustan los grandes juegos, pero nadie puede empezar en una multinacional de un día para otro hay que empezar desde algo más pequeño.

–¿Cuáles son vuestras previsiones para esta primera edición?

– Tenemos un aforo máximo de 1.500 personas y por ahora la venta de entradas está funcionando bien. La jornada del viernes la consideramos más profesional porque hemos concentrado ahí todas las charlas más técnicas y está la zona del 'networking', vienen inversores extranjeros y entonces está más orientada para la gente que está desarrollando juegos. El sábado está pensado para el público general, pero cualquier persona puede venir los dos días si le apetece, sin ningún problema –la entrada para los dos días vale 20 euros y la del sábado sólo son 3 euros–.

–¿Cómo atraer a un público menos especializado, que quizá sólo está acostumbrado a jugar los videojuegos de los grandes estudios?

– Tenemos muchísimo contenido para cualquiera al que le gusten los videojuegos. Uno de los aspectos más importantes es que van a venir muchos estudios independientes que están desarrollando videojuegos y que la gente los va a poder jugar antes de que se publiquen. Va a haber más de 60 juegos en desarrollo y los asistentes van a poder formar parte de ese proceso, probándolos y dando su opinión. Además vendrán unas cuantas asociaciones y revistas que se dedican también al al mundo del desarrollo; tenemos las charlas, expositores, talleres, una zona de juegos de mesa... Y mucha gente con ganas de pasárselo bien.

–¿Hay ferias similares a esta en Andalucía?

–No, es un hueco que pretendemos cubrir. Está 'Guerrilla Games' en Madrid, 'IndieDevDay', en Barcelona, con los que nos llevamos muy bien, o la 'Big Conference' de Bilbao. Entonces los estudios que están en Andalucía se tienen que desplazar mínimo 300 kilómetros para llegar a un sitio en el que poder mostrarse. Queremos que Málaga sea también un punto de conexión, ya que aquí hay mucha gente con talento desarrollando juegos.

–¿Cuánta gente está detrás de la organización?

–Ahora mismo en la asociación somos 20 personas voluntarias que nos encargamos de Guadalindie y de la MálagaJam. Nos dividimos en cuatro departamentos (diseño, contabilidad, logística y comunicación), pero no son cerrados, trabajamos unos con otros. Nos repartimos las tareas como podemos, porque hay mucho trabajo.

–Pese a las cifras millonarias que mueve la industria, parece que pasa ahora por un momento de crisis, con muchos despidos.

–Llevamos un año desolador; en lo que llevamos de año se ha despedido a más gente que en todo el 2023. Y no estamos hablando de estudios independientes, son grandes empresas que despiden a 900 o mil personas del tirón. Quizás ha pasado lo mismo que en otras empresas tecnológicas, que por el Covid hubo sobrecontratación. Pero a la vez se están dando más ayudas para desarrollar videojuegos y eso ayuda a los estudios pequeños, les permiten tener unos meses de cierta tranquilidad para poder tener lo que se llama un 'vertical slice' –un fragmento del videojuego– o incluso una 'demo' ya completa que ayude a mostrar el producto.

–Aquí en Málaga ya hay gente que se dedica profesionalmente a hacer videojuegos. Además tenemos el Museo OXO, la EVAD, un club importante de eSports... ¿Quizá en los próximos años la provincia podrá tener más peso en el sector?

–Eso es lo que esperamos, que en Málaga se crezca en protagonismo. Lo ideal sería que la gente no tuviera que irse de aquí para poder hacer videojuegos. Hay una base en la provincia para poder lograrlo, también con el Máster de la Universidad de Málaga o el ciclo formativo del centro Alan Turingel. Hay mucha gente que hace videojuegos como afición y está bien, pero hay que tener claro que los videojuegos son una profesión y hay que darle el mismo valor y los mismos derechos que otras profesiones similares.

–Volviendo al evento, la programación de la primera edición es bastante ambiciosa, con invitados internacionales.

–Con 'Guadalinde' intentamos crear un espacio seguro para todo el mundo, que sea inclusivo y en el que haya libertad para presentar los proyectos. Entonces a los invitados les hemos presentado nuestros valores, lo que intentamos transmitir y estamos bastante emocionados con los que se han apuntado. Daniel Mullins es quien puede ser como más reconocido –autor de juegos como 'Inscryption', 'The Hex' o 'Pony Island'–, pero tenemos también a Freya Holmér, que viene desde Suecia, que dentro del desarrollo de videojuegos es una titán y que hace cosas loquísimas; o a Leigh Alexander, que está detrás de la narrativa del juego 'Reigns'. Mucha gente que está haciendo cosas muy interesantes y estamos todos emocionados.

–También habrá representación local en las charlas con 'Campero Games', el estudio malagueño que tuvo éxito con sus juegos para móviles pero que tuvo que cerrar a los seis años de vida.

–Sí, tampoco queremos endulzar la realidad y creo que es interesante escuchar su historia. La mayoría de los estudios independientes se quedan sólo en el primer juego, habría que plantearse los modelos de producción y muchas cosas..., aunque claro, ojalá tuviéramos nosotros la solución. En la feria también estará Mariona Valls, de Mango Protocol, que nos va a contar cómo ha ido el último videojuego que han sacado, 'Clem', cómo ha sido el proceso, si ha sido rentable...

-Entiendo que la feria nace con vocación de continuidad, con el deseo de celebrarse todos los años.

-Claro, esta es nuestra idea, que se convierta en un evento anual. Pero nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro y todo dependerá de la financiación, porque son eventos caros. No es sólo traer a los invitados, es montar algo profesional, que no sea poner dos mesas y unas lonas. Esta primera edición es posible gracias al Polo Digital y al Palacio de Ferias y también contamos con patrocinadores como Devolver Digital, Odders Lab o The Game Kitchen.