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Elon Musk durante una presentación. SUR
Creador del hyperloop: Elon Musk, el Julio Verne detrás de Paypal o Tesla

Elon Musk, el creador del hyperloop: el Julio Verne detrás de Paypal o Tesla

Trabaja 100 horas, apenas duerme y ha enviado un cohete con uno de sus coches Tesla a Marte. También está detrás del tren del futuro, el hyperloop,

Jon Sedano

Málaga

Martes, 7 de agosto 2018, 13:43

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Elon Musk logró el pasado mes de febrero uno de sus últimos objetivos: lanzar con éxito el cohete más poderoso del mundo, el Falcon Heavy. El filántropo, que envió dentro de la nave un coche Tesla, no las tenía todas consigo, ya que en una reciente entrevista comentó que la tasa de éxito estaba en torno al 50%. Aun así, la hazaña cambió el paradigma futuro, ya que se confirma que se pueden enviar cargas pesadas a órbitas altas de la Tierra e incluso algo más bajas a Marte, planeta al que se estaba dirigiendo el Falcon Heavy.

Pero, ¿quién es Elon Musk? El Julio Verne del siglo XXI. Su receta es sencilla, pero no para todo el mundo: trabaja 100 horas a la semana, no desayuna, es adicto a la Coca-Cola Light y apenas duerme.

Atesora gigantescas empresas de renombre a sus espaldas y quiere dejar huella en la humanidad. Paypal, Tesla, SpaceX y Neuralink son algunas de ellas. Musk también está detrás del hyperloop, que tendrá en Bobadilla su centro de experimentación en España para crear prototipos. Hyperloop fue presentado en 2013. Musk convocó un megaevento en el que mostró un concepto y varios planos de este transporte público o de carga. Su secreto: la levitación magnética, utilizada tradicionalmente en trenes de alta velocidad, como en el caso de Japón. Sin embargo, lo característico de Hyperloop es que las cápsulas o vagones en las que viajan los usuarios discurren por unos tubos, anclados al suelo con enormes pilares al estilo de los monoraíles. El objetivo: alcanzar los 1.200 kilómetros por hora. Sin embargo, Musk decidió abandonar Hyperloop al poco de presentarlo para centrarse en otros proyectos.

El secreto de su éxito

Pero, ¿cómo ha logrado este sudafricano convertirse en un referente tecnológico mundial? La respuesta es sencilla: a base de esfuerzo y sacrificio desde su juventud. Ahora, Forbes le sitúa en el puesto 21 de las personas más poderosas del mundo y en el 80 de las más adineradas.

Con una mentalidad incansable y optimista, Elon Reeve Musk ya apuntaba maneras desde niño. Hijo de un ingeniero y de una modelo, compró en 1981 su primer ordenador, un Commodore VIC-20, con tan solo 10 años. Nadie le enseñó a programar, aprendió por su cuenta, pero dos años después ya estaba vendiendo su primer juego por 500 dólares.

Al graduarse decidió abandonar su país e irse con su madre a Canadá para poco después emigrar a Pensilvania, donde gracias a una beca estudió Administración de Empresas y Física. Cuando terminó ambas carreras ya tenía su futuro decidido: enfocar su conocimiento a mejorar tres aspectos de la industria. Internet, las energías renovables y la carrera espacial.

Y lo ha logrado. Musk ha trabajado en todo lo que se propuso, pero además, siempre ha ido un paso por delante. Su objetivo ha sido dejar huella en la humanidad y paso a paso, lo está consiguiendo.

Tres proyectos, tres logros

En 1995 Elon Musk fundó junto a su hermano y un amigo Zip2, una empresa centrada en dar soporte tecnológico a medios de comunicación. Su primer objetivo, mejorar internet, ya estaba en marcha, pero aún no lo había alcanzado del todo. Cuatro años después logró un gran hito en la red: crear un sistema de pago online bajo el nombre X.com, que dos años después pasaría a denominarse Paypal. En 2002, eBay se hizo con la empresa y Musk recibió por la venta 150 millones de dólares en acciones de la conocida página de subastas.

Su siguiente objetivo era mejorar la industria espacial de alguna forma. Para ello, una vez vendida Paypal, investigó la viabilidad de enviar una lanzadera tripulada a Marte. Varios impedimentos iniciales le llevaron a crear la empresa Space Exploration Technologies (SpaceX) que trabaja en la actualidad con la NASA. Gracias a este contrato, el programa ha permitido la incorporación de empresas privadas al mantenimiento de la Estación Espacial Internacional. En la actualidad, SpaceX sigue centrada en el transporte de astronautas a Marte, como ha demostrado mediante el lanzamiento del Falcon Heavy. De nuevo, Must alcanzó su objetivo.

Musk durante la presentación del modelo Tesla X.
Musk durante la presentación del modelo Tesla X. SUR

Su tercer objetivo, trabajar en energías renovables, llegó en 2004 con la creación de Tesla Motors. El nombre de la empresa es una clara referencia a Nikola Tesla, científico por el que Musk siente devoción. Desde la creación de la compañía, de la que el sudafricano es principal accionista, se han fabricado cinco modelos diferentes. Pero más que obtener beneficios, Tesla Motors ha logrado demostrar al mundo que los coches 100% eléctricos son viables. La empresa, con presencia a nivel mundial, tiene en Málaga una sede de I+D donde se fabrican sus curiosas llaves.

Una vida de dedicación y esfuerzo

Un hombre, numerosas empresas y muchos proyectos. La única forma de poder sacar adelante lo que Elon Musk se propone es dedicando todo su tiempo a trabajar. Es una persona multitarea. Los martes, miércoles y jueves están reservados a Tesla Motors, mientras que los lunes, los viernes y algunos domingos son para SpaceX. Entre las dos empresas, más el tiempo que dedica a su ONG OpenAI, Musk trabaja entre 85 y 100 horas a la semana.

Para poder organizar bien su tiempo divide su agenda en espacios de cinco minutos, además de evita coger llamadas y utilizar un correo electrónico secreto para que no le hagan perder su valioso tiempo. ¿Y la comida? Musk dedica solo cinco minutos a reponer fuerzas, pero además lo hace mientras está en alguna reunión. Por si fuera poco, el filántropo no suele desayunar y duerme menos de seis horas al día. Su alimentación se basa en la cena, que suele ser copiosa. Pero en su rutina diaria hay algo sagrado: la ducha matutina que no cambia por nada del mundo.

Elon Musk en una foto de archivo.
Elon Musk en una foto de archivo. SUR

A su pareja actual, la actriz Amber Heard, y a sus seis hijos (de sus dos esposas anteriores) les dedica los fines de semana, sobre todo los sábados. Pese a ello, sostiene que en ningún momento llega a desconectar totalmente del trabajo.

El poco tiempo que le queda libre, si existe, lo destina a ir dos veces en semana al gimnasio y a leer libros de todo tipo, desde 'El Señor de los Anillos' o 'La guía del autoestopista intergaláctico' hasta la biografía de Benjamin Franklin o Albert Einstein.

Excentricidades y proyectos de ciencia ficción

Su gran poder adquisitivo y su estilo de vida le han permitido realizar alguna que otra excentricidad. En el año 2000, con 28 años, se compró un McLaren F1 por un millón de dólares, vehículo que destrozó poco después al demostrarle al cofundador de Paypal lo potente que era: pisó el acelerador a tope y el coche elevó su parte delantera en el aire haciendo un giro de 360º. Al caer, se reventaron numerosas partes. Años después, una vez arreglado, lo vendió para mantener su ética medioambiental.

En otra ocasión decidió probar a mantenerse un mes comiendo con solo 1 dólar al día. Después de alimentarse a base de salchichas y naranjas durante un mes logró demostrarse a sí mismo que tenía lo necesario para llevar una vida como empresario. Por otra parte, pese a ser un 'ratón de biblioteca', le encantan las fiestas. Su 30 cumpleaños lo celebró en un castillo inglés que terminó tornándose en una gran partida de escondite, donde también había un lanzador de cuchillos disparando a globos que Musk tenía entre sus piernas.

Elon Musk ya ha conseguido todo lo que se propuso de joven. Pero no le es suficiente. Su ansia por ver avanzar a la humanidad le ha llevado a estar ahora mismo trabajando en numerosos proyectos sacados de los mejores relatos de ciencia ficción. Ligadas a las energías renovables están SolarCity, PowerWall y PowerPack, tres empresas centradas en proveer energía eléctrica para luchar contra el calentamiento global.

Por otro lado, Halcyon Molecular es la apuesta de Musk por la biotecnología, mientras que Neuralink busca integrar cerebros humanos con inteligencia artificial.

Si hay un visionario en la actualidad capaz de tomar el testigo de Julio Verne, ese es Elon Musk.

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