Cerrar la brecha digital abierta por la covid, reto para España

Pero, ¿llegó realmente a todos esa digitalización? «La adopción acelerada de tecnología por parte de la población en el último ejercicio no ha sido homogénea por sexos», se advierte en el último informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI). No obstante, añade que 2020 «ha sido el año en el que la digitalización se ha acelerado más rápidamente en la última década», a la vez que «la brecha de género en la frecuencia de uso de internet se ha pulverizado».

La pandemia actual ha evidenciado que el mundo presencial de los cuidados a otras personas (mayores, menores, dependientes...) sigue hablando en femenino. También, y es más preocupante, la necesidad de impulso de vocaciones STEM (en las ramas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) entre las jóvenes, ya que el 80% de los trabajos TIC (tecnologías de la información y la comunicación) siguen siendo copados por varones. Otro dato que confirma que la brecha digital todavía es una de las grandes asignaturas pendientes de España.

Según el último índice de Economía y Sociedad Digital (DESI por sus siglas en inglés), España falla en capital humano, aunque roza el 'top 10' de la clasificación. Las personas que usan regularmente internet alcanzan en España el 91% de la población, 3,5 puntos más que el nivel de 2019. Aún así, ocupa la peor posición de la UE: los decimosextos de 27 países. Asimismo, el 43% de los españoles de entre 16 y 74 años carecen de competencias digitales básicas, un punto menos que el promedio europeo.

Una brecha que, si consigue cicatrizar, permitirá crear más de 220.000 empleos en esta década. Así lo destaca el informe 'Upskilling for Shared Prosperity' de PwC y el World Economic Forum hecho público en el último Foro de Davos. Eso sí, constata que el auge de la automatización y la digitalización está creando un gran problema en todo el mundo: la falta de empleados con las capacidades digitales necesarias para los puestos de trabajo disponibles.

En términos absolutos, el aumento de las habilidades digitales de la fuerza laboral incrementaría el Producto Interior Bruto (PIB) PIB de España en unos 108.615 millones de euros en 2030, un 6,7% adicional. Los nuevos puestos de trabajo generados supondrían un incremento del empleo del 1,2% y la productividad aumentaría un 9,5%. En la misma línea, otro estudio de Deloitte y Vodafone apunta un crecimiento económico extra del 4,4%, resultando a su vez un 7,7% más productivos en el país.

El sector más beneficiado en España sería el de servicios a empresas, que hoy supone el 22% del PIB y que crecería un 7,3%, unos 26.335 millones de euros, según el análisis de PwC y el Wolrld Economic Forum. Le seguirían la industria, con un crecimiento del 7% y 13.987 millones extra, y el de consumo, que aumentaría un 6,5%, sumando 18.101 millones, aunque todos los sectores experimentarían crecimientos.

El estudio citado destaca que España sería el país de la UE más favorecido –y el cuarto de las economías desarrolladas (OCDE)– en términos de crecimiento económico y de empleo. En esta línea, China, Estados Unidos, India, España y Reino Unido son los países que obtendrían más ganancias en términos absolutos. En cuanto a porcentaje del PIB, China (+7,5%), India (+6,8%), España (+6,7%) y Australia (+5,9%) liderarían esa clasificación.

Por el contrario, Alemania o Japón serían algunas de las economías desarrolladas con menos incrementos en términos de crecimiento económico, un 0,3% y un 0,2%, respectivamente, como consecuencia de su ya alta productividad y de la buena capacitación de sus profesionales. Por su parte, la Comisión Europea ha presentado su idea para una «brújula digital europea» que fije una serie de objetivos a diez años vista para verificar el aumento de la inversión en proyectos para el desarrollo digital de la UE.

A nivel nacional, el Gobierno centra sus esfuerzos en este terreno en la llamada Agenda España Digital 2025. Una hoja de ruta centrada en el Plan de Digitalización de Pymes, el Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas y del Plan Nacional de Competencias Digitales.

Estos programas contarán con una inversión pública prevista de más de 11.000 millones de euros para los próximos tres años, con el objetivo de impulsar las reformas necesarias para avanzar en el proceso de digitalización de España. El desarrollo de la nueva tecnología del 5G es una de las palancas de ese cambio deseado, pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez todavía tiene que hacer frente a los problemas de conectividad que sufre la España Vaciada y que el teletrabajo ha puesto de relieve.

La Ley General de Telecomunicaciones de 2014 fija un servicio universal que garantiza conexión a internet de al menos 1MB por segundo. Sin embargo, es insuficiente para realizar tareas laborales e, incluso, de ocio.

El compromiso del Gobierno en su Agenda Digital es ofrecer una velocidad de 100 MB para el 100% de la población en 2025. Además, el Plan de Digitalización de Pymes prevé una inversión pública próxima a 5.000 millones hasta 2023, a fin de acelerar la digitalización de 1.500.000 pequeñas y medianas empresas. Y su letra pequeña prevé como mínimo el 80% de esas pymes beneficiadas sean microempresas o autónomos.

Los planes de conectividad digital del Gobierno para afrontar el reto demográfico, junto a la estrategia para impulsar el 5G, se llevarán otros 4.320 millones hasta 2025. Con ello se busca, según la nueva vicepresidenta segunda Nadia Calviño, proporcionar más oportunidades y que no se generen nuevos sesgos o brechas.