Autobiografía de Bernardo Quintero: lee el capítulo 1, 'Sin querer queriendo'

Era finales de 1998 cuando decidí lanzar Hispasec como un simple hobby, un sitio web donde un grupo de amigos compartíamos nuestros conocimientos sobre seguridad informática. No teníamos ningún plan de negocio, ni la más mínima intención de monetizarlo. Sin embargo, el sitio comenzó a crecer y atrajo a miles de lectores, que pronto empezaron a solicitarnos servicios de consultoría y hacking ético. Fue entonces cuando nos vimos «obligados» a convertir Hispasec en una sociedad limitada, básicamente para poder facturar nuestros primeros trabajos.

En 2004 lanzamos VirusTotal, un servicio que permitía a cualquiera analizar archivos de forma gratuita usando una especie de multiantivirus en línea. Otra vez, no había ningún plan de negocio. Pero el servicio se volvió viral y, como tantas veces pasa, los usuarios nos mostraron el camino hacia la monetización.

En 2012, Google adquirió VirusTotal, y seis ingenieros de Hispasec pasamos a formar parte de la plantilla de la multinacional. Negociamos quedarnos en Málaga, trabajando desde un chalet que se convirtió en la primera oficina de Google en la ciudad. Fue un momento emocionante, pero también lleno de dudas, ¿estaríamos a la altura de la mejor empresa de Internet? Afortunadamente, el síndrome del impostor duró poco y terminamos convirtiéndonos en un caso de éxito dentro de la compañía.

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A principios de 2021, Google anunció un plan de inversión en España y eligió Málaga para crear un Centro de Excelencia para la Ciberseguridad con proyección internacional, que inauguramos en 2023. Entre medias, muchas aventuras y desventuras de emprendimiento corporativo que tuvimos que aprender a gestionar.

Aunque algunos puedan verme como un emprendedor de éxito con habilidades innatas, la realidad es muy distinta. Mi historia está llena de dudas, errores, algún que otro acierto y, por supuesto, de la siempre necesaria dosis de suerte. Si hay algo que realmente marcó la diferencia en todo este camino fue, sin duda, la cultura de equipo que construimos casi sin darnos cuenta.

Pero toda historia tiene un origen mucho más remoto. Antes de Hispasec, antes de VirusTotal y Google, mi recorrido estuvo profundamente marcado por mi familia, mi infancia en Vélez-Málaga y los obstáculos que encontré desde el principio.

Esta es la intrahistoria que nunca se ha contado, llena de obstáculos, decisiones y anécdotas que despertaron mi vocación y transformaron un simple hobby en un negocio millonario. Y, lo más importante, todo lo que aprendí a lo largo del camino. ¿Me acompañas?

(Capítulo 1 del libro 'Infectado. Del Spectrum a Google: el camino de un emprendedor accidental', de Bernardo Quintero)