El primer accidente de automóvil en Málaga
En 1913 un chico de 18 años falleció al estrellarse el automóvil que conducía contra un muro en la calle San Juan Bosco
He pasado muchos veranos en una casa en el Rincón de la Victoria que estaba al borde de la antigua N-340, junto a una ... curva muy pronunciada. Como en los años ochenta todavía no existía la autovía, todo el tráfico veraniego pasaba por delante de mi casa. Por la noche, en varias ocasiones, nos despertó un chirriar de neumáticos, un estruendoso golpe seco y, después, el silencio.
En 1960 se empezaron a contabilizar las víctimas de accidentes de tráfico en España. Los años ochenta fueron los peores, pues en el año 1989 se alcanzó la cifra más alta, con 5.940 fallecidos, que coincide con el récord de la provincia de Málaga, porque ese mismo año se contabilizaron 228 muertos en las carreteras de la provincia.
José Francisco Muñoz Antivón es, probablemente, la persona que más sabe de coches antiguos en Málaga. En su blog, ameno, bien documentado y estupendamente ilustrado, recoge muchas anécdotas sobre la historia del automóvil en nuestra ciudad. Gracias a él sabemos que el primer accidente de tráfico que hubo en Málaga sucedió un 28 de marzo de 1913. La prensa local se hizo eco de la noticia al día siguiente y tras quejarse «del crecido número de automóviles que hay en Málaga», que por aquel entonces apenas rozaba el centenar, afirmaba que ya se habían producido algunos atropellos pero siempre sin importancia.
La víctima mortal del primer accidente de circulación que hubo en Málaga se llamaba Francisco Merino Merino y, casualmente, era hijo de la persona que matriculó el primer coche en Málaga, Francisco Merino García, y tío del que fue alcalde de Málaga, Luis Merino Bayona. Francisco Merino tenía 18 años y era chófer de doña Pilar Tirado, marquesa de Blanco Hermoso, propietaria del Hispano-Suiza accidentado. Aunque el coche estaba nuevo, ya que había sido matriculado el año anterior con la placa MA-72, Francisco Merino había notado que no funcionaba del todo bien y decidió salir a probarlo acompañado de un amigo, Sebastián Azuaga, de 29 años. Sobre las dos de la tarde salió del garaje que tenía su padre en la calle Tomás de Heredia, donde el coche estaba aparcado, y se dirigió hacia la carretera de Casabermeja.
El accidente ocurrió en el paraje denominado Casillas de Morales, que hoy se corresponde con la calle San Juan Bosco. Al parecer, el automóvil chocó contra una pared y los dos ocupantes salieron despedidos. Fueron auxiliados por el policía municipal número 71, que los llevó a la Casa de Socorro de la calle Mariblanca. Allí fueron atendidos por el doctor José Plaza. Sebastián presentaba diversas heridas y contusiones que no revestían gravedad, mientras que el conductor, Francisco Merino, tenía una fuerte conmoción cerebral y, como su pronóstico era grave, fue conducido al Hospital Civil donde, tras serle administrados los últimos sacramentos, falleció poco después.
El primer accidente con muchos heridos del que tengamos constancia ocurrió el 10 de abril de 1927, Domingo de Ramos. El vehículo cubría la línea Málaga-Colmenar y había salido a las tres de la tarde. A 11 kilómetros de la capital, en la zona conocida como el llano del boticario, al llegar a una curva muy pronunciada, el vehículo se encontró de frente con un automóvil verde que circulaba muy rápido que «le dio un fuerte topetazo en la parte trasera», que provocó que se despeñara por un barranco de unos 30 metros. El coche verde se dio a la fuga.
Los heridos fueron socorridos por un taxista, Francisco López Sánchez, que los trasladó en dos viajes a la casa de socorro de la calle Mariblanca. El chófer se llamaba Francisco Ruiz Pozas, tenía 26 años y resultó herido leve. Los ocho ocupantes del vehículo sufrieron diferentes heridas. El más grave fue el alcalde de Colmenar, Pedro Rodríguez García, de 66 años. También viajaba en el vehículo el boticario del pueblo, Juan Molina Rosado. Los periodistas que cubrieron la noticia hablaron de «catástrofe automovilística en la carretera de Colmenar» y comentaron que la tragedia pudo ser mucho peor, porque fue un milagro que no hubiese fallecidos.
¿Y de quién era el misterioso automóvil verde? El coche apareció en el Garaje Inglés y tenía matrícula GR-780. Su propietario se llamaba Agustín Alguacil y era un rico agricultor de Santa Fe. Al día siguiente del accidente se presentó en la redacción del periódico y contó su versión. Tras el golpe perdió el conocimiento y su chófer, asustado, aceleró el paso para llegar cuanto antes a Málaga. Se presentó en la comisaría y allí le dijeron que se fuese al hotel a descansar. Los periodistas no se creyeron la versión del granadino.

El primer semáforo de Málaga
n la década de los años cincuenta Málaga superó los 300.000 habitantes. En 1959 se matriculó el automóvil MA-21000, por lo que calculamos en unos 10.000 vehículos el parque automovilístico de la ciudad, al que hay sumar los coches de los muchos turistas y visitantes. Esto comenzó a generar los primeros problemas de tráfico. El Ayuntamiento se vio en la necesidad de instalar los primeros semáforos, que ya funcionaban en otras ciudades españolas, para regular el tráfico de manera automática.
El primer semáforo de Málaga estuvo en la esquina de Puerta del Mar con la Alameda y entró en funcionamiento un miércoles 8 de abril de 1959. Previamente, la delegación municipal de tráfico había difundido unas instrucciones en las que se decía: «Es aconsejable en estos primeros días que los peatones pierdan unos segundos antes de atravesar la calle, hasta tanto se familiaricen con las señales luminosas y aprendan el movimiento de los semáforos». Estos primeros semáforos estaban pintados de rojo y blanco. Los siguientes se instalaron en la calle Larios y se estrenaron el 18 de julio de 1959.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.