«Muchas cosas nos las hacen las máquinas y podemos centrarnos en las personas»
Mara de Montserrat, socia directora de Betancourt, empresa especializada en la búsqueda de talento, alaba los beneficios de la IA en el mundo de la empresa
La Inteligencia Artificial puede ayudar a localizar talento para las empresas. Mara de Montserrat, socia directora de Betancourt, empresa especializada en proyectos de consultoría, organización ... y desarrollo humano, considera que esta tecnología puede facilitar la labor de identificar valores y a casarlos entre candidatos y empresas.
Esta profesional, que ha participado este martes en Sun&Tech, encuentro tecnológico organizado por Diario SUR, ha desgranado cómo utilizan ellos esta nueva herramienta y cómo les ha animado a revisar todos los procesos para centrarse aún más en las personas. «Estamos mejorando nuestra capacidad de interacción porque muchas cosas nos la hacen las máquinas y podemos centrarnos en las personas», ha afirmado.
Montserrat también ha valorado las posibilidades que les aporta la IA en otros campos como el de la consultoría, ya que trabajos que requieren mucha experiencia y les obliga a tirar de memoria y de archivo se vuelven más sencillos. «Es brutal porque te genera alternativas convenientes basadas en tus propios archivos, y de tres días de trabajo pueden ser tres horas».
Esta profesional ha valorado que el uso de estas nuevas tecnologías les ha permitido aumentar un 40 por ciento la productividad y ha animado a todo el auditorio a probarla porque «no está justificado asustarse aunque haya muchas corrientes porque hay que saber utilizarla».
Pese a ello, no esconde que aún sobrevuelen muchas dudas y preguntas que hay que resolver con el paso del tiempo. «¿Qué hacemos con el excedente?», se pregunta. «Tenemos motivos para sonrojarnos bastante por las experiencias pasadas», añadía en referencia a otras revoluciones industriales y tecnológicas que han llegado con anterioridad.
A su juicio, la IA debe servir «para que desarrollemos más al ser humano», aunque lógicamente sea insustituible en muchos aspectos. «Necesitamos saber qué hacer con el tiempo que nos va a sobrar. Hay que hacer las preguntas correctas y saber qué grado de dependencia genera esto».
También qué va a pasar con las millones de personas que van a quedar fuera. «Hay que pensar; probablemente la IA nos da tiempo para las relaciones humanas y para pensar qué cosas nuevas hacemos, cómo mejoramos las relaciones con el cliente o nuestro propio servicio».
Por último ha valorado que este tipo de máquinas sólo habrá dos cosas que no pueda hacer y para las que será necesario el criterio humano: «el sentido moral, que eso no creo que la IA lo haga; y la comprensión del otro, la empatía, que son acciones propiamente humanas».
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