El violador del mataleón en Marbella: «Eres muy guapa, dame un beso, quiero pasar un rato contigo»

El ataque sexual, uno de los más violentos que han tenido lugar en la provincia en los últimos años, quedó grabado por las cámaras de seguridad del hostal. El vídeo es ahora una prueba fundamental, ya que hay medio minuto del relato que la víctima no puede llenar porque perdió el conocimiento cuando el agresor le presionó el cuello.

La chica había llegado de su país el 30 de junio para disfrutar de unas pequeñas vacaciones en Marbella y tenía previsto marcharse la mañana del 5 de julio. La noche del día 3, salió un rato de fiesta por los locales de ocio de la ciudad. Regresó a su hostal ya de madrugada -la del día 4- y decidió calzarse las zapatillas para salir a correr, ya que sigue un plan de entrenamiento que debe cumplir.

Estuvo practicando 'footing' por el paseo marítimo. A la altura de la playa de Venus, se detuvo a ver amanecer y telefoneó a su madre, con la que charló durante unos minutos. Luego hizo unas cuantas fotos y reanudó la marcha.

Durante el camino de vuelta, se topó con un joven que estaba sentado en un banco. Él la saludó y ella correspondió al gesto. El chico se le acercó y le pidió el móvil para usarlo como traductor. En él, escribió: «Eres muy guapa, dame un beso, quiero pasar un rato contigo». La muchacha le respondió que la dejara en paz y se marchó.

Cuando regresaba al hostal, se percató de que el joven la estaba siguiendo. Cuando llegaron al portal, la abordó y le tocó los glúteos. Ella trató de cerrar tras de sí la puerta del edificio, pero no lo consiguió. Él accedió y siguió insistiendo en que le diera un beso.

Las cámaras de seguridad del establecimiento captaron el momento en que, ante la negativa de ella, el individuo la rodeó con los brazos, la levantó del suelo y la tiró bruscamente contra el mismo, golpeándose ella la cabeza contra la solería. A continuación, la sujetó por la espalda y le rodeó el cuello con uno de sus brazos.

La joven se resistió cuanto pudo hasta que perdió el conocimiento. Estuvo casi 30 segundos inconsciente, a merced de su agresor. De hecho, cuando despertó, vio que tenía los pantalones bajados, pero no sabía si había sido violada o no.

Un piso más arriba, los dueños del hostal escucharon los gritos. Aunque pensaron que sería algún borracho, decidieron activar las cámaras para echar un vistazo y comprobar lo que estaba sucediendo. Entonces, vieron la escena y bajaron inmediatamente a socorrer a la joven.

Cuando recuperó el conocimiento, la chica siguió forcejeando con el agresor, que se volvió aún más violento y comenzó a propinarle puñetazos y patadas para reducirla. Al final, y ante los gritos de los propietarios del hostal, emprendió precipitadamente la huida, dejándose allí una camiseta, la gorra y una zapatilla. Tanto la víctima como el dueño del negocio intentaron perseguirlo, pero lo perdieron de vista.

Al visionar las cámaras, la policía pudo rellenar esos 30 segundos del relato que la víctima no lograba recordar. En esas imágenes se observa cómo el individuo le retiraba los pantalones a la chica, que ya había perdido el conocimiento y no ofrecía resistencia, y luego se bajaba los suyos para presuntamente cometer la violación, que no habría llegado a consumar al despertarse la joven y continuar el forcejeo.

La policía no tardó en identificar a un sospechoso que encajaba con la descripción física facilitada por la chica, con las imágenes de las cámaras y con el reconocimiento fotográfico realizado por los testigos. Se trata de un joven marroquí de 23 años residente en Fuengirola. Ha ingresado en prisión como presunto autor de los hechos.

Al indagar en su historial, los investigadores constataron su perfil agresivo, ya que le constan antecedentes policiales por robo con violencia e incluso una detención por homicidio en grado de tentativa en el mes de marzo de este mismo año.