Tres detenidos en Málaga por el crimen de un joven en Valencia

Las detenciones se produjeron un día antes del entierro de la víctima, pero trascendieron este martes. Los arrestados tienen 43, 40 y 22 años de edad, y uno de ellos es el autor material de las puñaladas mortales, aunque la Policía no ha informado del grado de participación en el crimen de cada uno de los detenidos. La mujer quedó en libertad tras ser interrogada, mientras que los dos hombres detenidos pasarán a disposición judicial en Valencia.

El doble acuchillamiento se saldó con un muerto y un herido grave. Antonio Flores Castro, de 24 años de edad, falleció cuando era trasladado en un coche particular a un hospital, y su hermano resultó herido grave y sigue ingresado en La Fe.

Unas 200 personas despidieron a la víctima este martes en un culto evangelista celebrado en el tanatorio municipal de Valencia. Tras las oraciones en el templo, la mayoría de los asistentes se desplazaron al Cementerio General de Valencia, donde tuvo lugar el entierro sobre las once y media de la mañana.

La Policía Nacional montó un operativo en los alrededores del tanatorio y el camposanto para prevenir posibles incidentes como los que tuvieron lugar en la noche del viernes en el Hospital La Fe, pero el padre de la víctima y los pastores evangelistas apaciguaron los ánimos de los familiares más exaltados.

«Luis es un hombre de paz y está con Dios y con su familia. Quiere justicia y no venganza, y aunque está muy apenado por la muerte de su hijo, no quiere que se derrame más sangre», afirmó un pastor evangelista poco después de salir del tanatorio.

El padre de la víctima ha pedido a la familia que no venguen la muerte de su hijo. Según ha podido saber Las Provincias, varios parientes hablaron con él y se ofrecieron a buscar a los autores del crimen para tomarse la justicia por su mano. Luis Flores los convenció para que no utilizaran la violencia sin saber que la Policía ya había realizado en Málaga las primeras detenciones por el crimen.

Varios pastores evangelistas, entre los que se encuentra Antonio Vargas, también están mediando para que no se derrame más sangre. «Queremos que apliquen la justicia de Dios, la justicia divina, porque somos hombres de paz y la familia no quiere venganza», manifestó Vargas tras dar el pésame a los padres del joven asesinado.

El doble apuñalamiento tuvo lugar el pasado viernes en la puerta de la sede de la Iglesia Evangelista de Nazaret. Un día antes, el pianista del templo se enfadó y discutió con la madre de la víctima por un comentario que realizó la mujer sobre cómo tocaba el joven el instrumento.

El pastor medió para apaciguar los ánimos y parecía que el problema estaba resuelto, pero al día siguiente el pianista regresó con otros familiares. La tensión se podía percibir entre los asistentes, e incluso Antonio Flores dijo en voz baja: «Papá vámonos, que me están mirando mal». Fueron las últimas palabras que Luis escuchó de su hijo.

Mientras el cabeza de familia se despedía del pastor, sus dos hijos, Antonio e Israel, de 24 y 17 años, respectivamente, salieron del templo y fueron acuchillados en la puerta tras ser rodeados por varios individuos, entre los que se encontraba el pianista, presuntamente, y otros dos parientes.

Uno de los agresores ya había tenido problemas en otro sede de la Iglesia Evangélica, porque intentó entrar en el templo con un bastón con la punta afilada. El incidente tuvo lugar hace unos meses en la pedanía de La Torre.

El crimen ha causado una gran conmoción e indignación en Nazaret, donde viven un gran número de familias de etnia gitana que admiran y respetan a los descendientes de 'El Chele', un patriarca que ejerció su autoridad muchos años por su edad y sabiduría. El joven asesinado era biznieto del conocido como 'el rey de los gitanos' en los barrios marítimos de la ciudad de Valencia.