Relojes de lujo, bolsos Chanel y 5.000 dólares: el robo a una familia en sus vacaciones a todo tren en Marbella

No era la primera vez que viajaban a la localidad marbellí, pero igualmente estaban «muy emocionados». En esta ocasión habían alquilado una villa súper lujosa y elegante con piscina privada y situada a escasos minutos andando de la playa. El precio de la estancia superaba las 3.400 libras a la semana, pero el dinero no era un problema.

El 26 de junio aterrizaron en España. Acudieron a la boda, tal y como estaba planeado, y todo fue bien hasta el octavo día, cuando las vacaciones se truncaron por completo. Aquel martes, el del 5 de julio, pasaron toda la mañana en el chalé y, sobre las 18.30 decidieron salir a dar una vuelta. Pasearon un rato por casco antiguo de Marbella y aprovecharon para tomar algo.

Apenas unas horas después, en torno a las 22.30 horas, regresaron al inmueble a descansar. Hasta ahí todo normal. Como apunta Anne, no notaron nada extraño al abrir la puerta. Ella se dirigió a la cocina y, de repente, oyó un grito que procedía del dormitorio de sus padres. «Where is my suitcase? It was here, on the bed!» (¿Dónde está mi maleta? ¡Estaba aquí, en la cama), escuchó a su madre, según relata la turista estadounidense.

Muy alarmados, empezaron a mirar detenidamente en las distintas dependencias de la casa, dándose entonces cuenta de que habían desaparecido cinco relojes de alta gama de las marcas Rolex, Cartier y Patek Philippe -este último valorado en 350.000 euros-; varios bolsos de Chanel, Hermes y Dior y numerosas joyas, entre otros efectos.

Según se refleja en la denuncia que interpusieron a la mañana siguiente en la comisaría marbellí, a la que ha tenido acceso Diario SUR, también se llevaron varios cinturones de firma, 5.000 dólares, documentación de la familia y la lente de una cámara que valoraron en 75.000 euros, además de arrancar la caja fuerte de uno de los armarios.

El coste de los objetos sustraídos, según indicaron a los agentes, habría superado el millón y medio de euros. De acuerdo con las fuentes consultadas, en este momento hay una investigación abierta por parte de la Policía Nacional para dar con los responsables del robo.

Fallo en la alarma

Hay «demasiadas casualidades» que ni Anne ni su familia se explican, manifiesta la mujer a SUR. Por un lado, indica que fue «un robo muy limpio», ya que no había rastro de desorden en las habitaciones. Era como si los ladrones supieran exactamente dónde se encontraban los efectos de valor, sostiene. El único daño que causaron fue en la caja fuerte, que fue arrancada de la pared.

Según continúa detallando Anne, cada vez que se marchaban de la vivienda comprobaban una a una que todas las ventanas y las puertas estaban cerradas y activaban la alarma de seguridad de la villa. Y aquella tarde, insiste, no fue una excepción.

Sin embargo, tras descubrir el robo y explorar las instalaciones, se percataron de que una de las puertas de cristal que daban a la piscina estaba ligeramente abierta, según continúa relatando Anne. «Estoy completamente convencida de que la dejamos cerrada antes de irnos», añade al respecto.

La familia tampoco comprende por qué no saltó la alarma, la cual asegura que activaron antes de salir aquella tarde. De ahí que consideren que la única explicación razonable para ello es que los asaltantes hubieran accedido a la villa con una llave, como señalaron a la policía.

«Desafortunadamente, no había cámaras de seguridad grabaran lo ocurrido», lamenta Anne en declaraciones a SUR. La mujer afirma que si ha accedido a hablar con este periódico es exclusivamente para evitar que otras personas sean víctimas de robos como el que ha sufrido su familia y detengan a los autores. Lo habían planeado todo para pasar unas vacaciones inolvidables, y al final lo fueron, pero en el peor de los sentidos.