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Una riña familiar tras la cena de Nochebuena terminó con un detenido y con la intervención de efectivos de bomberos y policiales en un domicilio de Estepona. Sucedió sobre las seis menos veinte de la madrugada, ya del día 25 de diciembre, cuando los vecinos dieron la voz de alarma.
Dentro de la casa, al parecer, se inició una discusión que fue subiendo de tono hasta llegar a las manos. Supuestamente, un hombre de 44 años agredió a su cuñado, además de arrojar objetos a la vía pública. Los policías, al llegar, encontraron multitud de enseres destrozados y esparcidos por la vivienda.
Un cuarto de hora después de las primeras llamadas, los operarios de emergencias recibieron un nuevo aviso, en la misma calle, en el que se indicaba de que un individuo se había quedado suspendido en un balcón de una primera planta. Sujetado a los barrotes desde el exterior, amenazaba con tirarse.
Supuestamente, se trataba de la misma persona que había agredido previamente a su cuñado. Los agentes, una vez en el lugar, intentaron calmarlo para que no se soltara y para que les permitiera que lo rescataran. Pero este, al parecer, no atendía a razones, motivo por el que también se movilizó a los bomberos.
Los efectivos desplegados colocaron un colchón de seguridad bajo el domicilio ante la insistencia del hombre de que se iba a arrojar al vacío. Finalmente, se dejó caer al mismo, sin que resultara herido ya que la caída quedó amortiguada por la colchoneta.
Tras unos minutos de tensión, en los que supuestamente también intentó zafarse de los agentes, los policías nacionales lo detuvieron por la supuesta agresión a su familiar, así como por resistencia y desobediencia a la autoridad y por un delito de desorden público.
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