Resuelven 10 años después el crimen de Paco 'El del quiosco': lo mataron a golpes para robarle en Marbella
Tras casi una década sin avances en el caso, la Policía Nacional ha arrestado en Jerez de la Frontera a un sospechoso del homicidio de la víctima, que tenía 57 años
En la comisaría de Marbella se había convertido en un empeño, casi una obsesión. El caso de Paco el del quiosco llevaba 10 años en ... la bandeja de asuntos pendientes del Grupo de Homicidios. Era una investigación latente, pero nunca cerrada. Los agentes tenían entre ceja y ceja resolver el crimen y poner a los responsables antes la Justicia para descanso de la familia. Casi una década después, lo han conseguido.
La semana pasada, el grupo de investigadores de la Policía Nacional que han llevado el caso se desplazó hasta Jerez de la Frontera para localizar y detener a uno de los principales sospechosos del homicidio, un camarero de mediana edad, como presunto autor de la muerte del quiosquero, al que asaltaron en su casa para robarle y terminaron matándolo a golpes en su portal.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Jerez ordenó el pasado 26 de junio el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido, al que se investiga por homicidio, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). La causa original la lleva el Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella, donde estaba archivada provisionalmente ante la falta de novedades. Ahora será reabierta.
Paco tenía 57 años y era natural de Canillas de Aceituno, pero llevaba más de 30 años viviendo en Marbella, donde regentaba un pequeño quiosco en la esquina entre las avenidas Nabeul y Ramón y Cajal, a escasos metros de su domicilio, en pleno centro de la ciudad. Era soltero y vivía solo, aunque era muy querido en el vecindario y siempre estuvo muy arropado por su familia, que sigue siendo una piña. Paco era el menor de cuatro hermanos y tenía seis sobrinos que lo adoraban.
Solía abrir muy temprano y cerraba tarde, sobre las doce de la noche, de ahí que sus vecinos especularan entonces con que podía haber sido atracado por «alguien que conocía sus horarios y que sabía que se llevaba la recaudación a casa», manifestaron a SUR (ver edición del 7 de noviembre de 2015), que se hizo eco del crimen. El día de autos, el 6 de noviembre, alguien lo vio cerrar el quiosco pasada la medianoche, sólo unos minutos antes de la agresión que le costó la vida.
Una pareja que había salido a pasear lo encontró tumbado sobre un charco de sangre en el portal de su edificio, el número 7 de la calle Juan Alameda. Serían las 00.20 horas. Cuando llegaron los sanitarios, aún estaba agonizando. Durante 40 minutos trataron de salvarlo realizándole maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), pero sus esfuerzos fueron en vano. A la una de la madrugada se certificó su muerte.
Los investigadores observaron que el cadáver presentaba graves traumatismos en el rostro con varias fracturas que evidenciaban una muerte violenta. Todo apunta a que fue golpeado con extrema violencia. La puerta de la vivienda, el 2º D de un edificio de cuatro plantas, estaba abierta, lo que sugiere que la discusión pudo iniciarse en el piso y persiguió a su agresor hasta la calle o bien salió al portal por algo y allí se encontró con él. El interior del inmueble no estaba demasiado desordenado.
Tras años sin avances, las pesquisas policiales han permitido identificar a un sospechoso, un hombre que trabajaba entonces en la hostelería en Marbella y que actualmente residía en Jerez de la Frontera. Tras su detención, accedió a testificar ante el juez, aunque por ahora no ha trascendido el contenido de su declaración. Los investigadores tienen meridianamente claro que el móvil del crimen fue el robo y que le habrían sustraído dinero y tabaco que Paco almacenaba en su domicilio.
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