Sucesos Málaga
A prisión el británico que fracturó el cráneo a un agente al embestirlo con una furgoneta robada en AlgarroboEl procesado se dio a la fuga de un control en Vélez-Málaga y durante la huida hirió a otros cuatro guardias civiles
Sustrajo una furgoneta en Motril, aunque no tenía ni el permiso de conducir. Y no era la primera vez que lo hacía. Luego protagonizó una ... persecución en la que puso en serio peligro la seguridad del resto de conductores tras saltarse un control de la Guardia Civil. Su fuga terminó con cinco agentes hospitalizados, uno de ellos en estado muy grave al sufrir la fractura del cráneo, después de que el acusado embistiera con fuerza el coche policial a la altura de Algarrobo.
Sucedió en la mañana del 29 de diciembre de 2020 y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la pena de ocho años años y ocho meses prisión para el acusado, un varón de origen británico que en el momento de los hechos tenía 28 años.
De acuerdo con lo expuesto en la sentencia, a la que SUR ha tenido acceso, el hombre sustrajo la furgoneta en Motril tras ver que habían dejado las llaves en el asiento del copiloto. Al parecer, la misma pertenecía a una empresa de reparto y en ese instante un trabajador estaba realizando una entrega. Así, hurtó el vehículo y se echó a la carretera en dirección a Málaga.
Sobre las 11.15 horas, a la altura del kilómetro 323.100 de la N-340, se topó con un control de la Guardia Civil. De acuerdo con la resolución, intentó atropellar al agente que le dio el alto al verlo conduciendo a una velocidad notoriamente superior a la permitida. El funcionario resultó lesionado al caer al suelo para evitar ser arrollado. A continuación, el procesado invadió el sentido contrario de la vía, lo que provocó que el resto de conductores tuvieran que realizar maniobras evasivas in extremis para no colisionar con la furgoneta.
Ahí empezó una persecución de infarto que se inició en la N-340 y continuó por la A-7. La misma se extendió a lo largo de 48 kilómetros en los que el británico, siempre según los hechos probados, trató de provocar accidentes al conducir de manera temeraria y puso en serio riesgo la integridad del resto de usuarios de la vía, que tenían que apartarse de su camino para evitar un siniestro fatal.
En su incorporación a la A-7, apunta la sentencia, ya trató de embestir a una patrulla de la Guardia Civil, aunque no lo consiguió. Más adelante, sin embargo, sí dio de forma directa a un vehículo policial del Grupo de Intervención Rápida de la Guardia Civil de Vélez, al que golpeó de manera directa hasta en dos ocasiones. Con la segunda embestida, la patrulla del Instituto Armado fue lanzada a gran velocidad hacia los carriles en sentido contrario y atravesó la mediana de la fuerza del impacto. Los funcionarios acabaron colisionando con un camión hormigonera.
Uno de los agentes permaneció más de cien días hospitalizado -de los que 21 estuvo muy grave en la UCI- tras fracturarse el cráneo, entre otras lesiones. Precisó hasta 565 días para su curación, pese a lo que padece importantes secuelas. Su compañero, igualmente, fue ingresado en estado grave y necesitó 157 días impeditivos para su recuperación.
El británico se apeó de la furgoneta tras embestir a los guardias civiles e intentó huir a pie, siendo interceptado en ese momento por otros dos funcionarios de la Benemérita. Ellos también resultaron heridos dada la fuerte resistencia que opuso el procesado a su detención.
El TSJA coincide en mantener la pena que ya le impuso la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga: tendrá que cumplir ocho años y dos ocho meses de cárcel. Está condenado por los delitos de hurto de uso de vehículo a motor, conducción sin permiso, conducción temeraria, dos delitos de atentado en concurso con otros de lesiones, y por resistencia, concurriendo la circunstancia que agrava la pena de reincidencia.
En cuanto a la responsabilidad civil, la Sala de Málaga acordó que el principal perjudicado fuera indemnizado con 116.225,33 euros, cantidad de la que ya hay consignados 65.517 euros. El resto de lesionados también serán indemnizados, al igual que el Estado por los vehículos dañados.
El Alto Tribunal andaluz admitió parcialmente el recurso presentado por el principal afectado, de manera que el acusado, además de por los perjuicios, tendrá que cargar con los gastos de asistencia sanitaria que el agente continúa requiriendo para tratarse las cuerdas vocales de forma anual como por las sesiones de fisioterapia facial que recibe cada semana.
Pero también estima el recurso presentado por una aseguradora, por lo que se determina que cada una de las cantidades concedidas en concepto de responsabilidad civil a favor de este agente "se verá reducida en un 25%", al considerarse que "las lesiones sufridas por el conductor del vehículo policial se vieron sensiblemente agravadas por la carencia del amparo que otorga el correcto uso del preceptivo cinturón de seguridad".
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