Primera condena contra el acusado de abusar de seis menores de su familia en Málaga

La Audiencia Provincial de Málaga ha impuesto al hombre una pena de cuatro años de prisión, dos menos de los que solicitaba la acusación particular, ejercida por el abogado Juan Antonio Martínez Santiago en representación de la familia de la niña.

El condenado, que tampoco podrá acercarse a la menor en cinco años, residía en el mismo edificio que la víctima, que es hija de su prima. Según la sentencia, los tocamientos se produjeron hasta en seis ocasiones cuando la menor iba a su casa a jugar con su hija.

La Sección Tercera de la Audiencia declara probado que cuando la menor protestaba, él le decía que era un «juego» y le pedía que no contara nada a nadie, siempre según la resolución judicial, que no es firme.

La pequeña y su madre han estado en seguimiento a lo largo de 25 sesiones con los especialistas de la Fundación Márgenes y Vínculos, que ha emitido un informe encargado por el juzgado de instrucción en el que considera «creíble» su testimonio, conclusión a la que también llegó el tribunal.

La denuncia de esta menor destapó supuestas agresiones sexuales a otras cinco menores de la misma familia, unos hechos que están siendo investigados en otra causa en la que el sospechoso se enfrenta a una posible condena a 59 años de cárcel.

Respecto a este segundo procedimiento, que aún no ha sido enjuiciado, la Fiscalía considera que el hombre se aprovechó de la «facilidad» que le suponía la «estrecha convivencia» con las víctimas, que se quedaban a dormir «con frecuencia» en su domicilio dado el grado de parentesco, para cometer las agresiones sexuales.

El Ministerio Público concluye que el acusado abusó de su «superioridad moral» sobre las menores, que eran incapaces de enfrentarse a él por su «inmadurez, su vergüenza y su temor» a las represalias que el investigado pudiera adoptar contra sus familiares si ellas lo delataban.

En su escrito de conclusiones provisionales, la fiscal desgrana los episodios denunciados por cada una de las menores y subraya que dos de ellas eran discapacitadas, lo que supone una circunstancia agravante por su situación de «especial vulnerabilidad».

Las agresiones sexuales que refleja el escrito acusatorio habrían ocurrido entre el año 2014 y 2022. Una de las víctimas denunció haber sufrido dos violaciones, una de las cuales habría ocurrido en el contexto de una casa rural a la que acudió toda la familia. Según la fiscal, la amenazó con matarla y llegó a golpearla para vencer su resistencia.

A la segunda víctima, aprovechando que estaban a solas en la casa de ella, le habría propuesto realizar un juego, sentándola sobre su regazo, aunque en realidad lo que buscaba era, presuntamente, satisfacer sus deseos libidinosos. Para evitar que lo delatara, le advirtió que usaría la pistola y el cuchillo que tenía en su domicilio.

Las otras tres víctimas, dos de las cuales son hermanas, habrían sido agredidas sexualmente en la vivienda de él, donde las menores acostumbraban a quedarse a dormir. El patrón descrito por todas ellas es muy similar.