Sucesos Málaga

Posible crimen machista en Benalmádena: investigan si el hombre mató a su mujer de disparos de escopeta y se suicidó

La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer el hallazgo de los cadáveres de una pareja en Benalmádena, aunque las primeras hipótesis apuntan a que podría tratarse de un nuevo caso de violencia machista. Según precisaron a SUR las fuentes consultadas, la mujer presentaba varios disparos, mientras que el hombre tenía una herida de bala en el pecho. Al parecer, los agentes encontraron una escopeta cerca de su cuerpo.

Los hechos ocurrieron sobre las 17.00 horas de la tarde de este martes, día 10 de octubre, en un domicilio situado en la zona de Torrequebrada, en Benalmádena. Varias dotaciones de la Policía Nacional y sanitarios del 061 se desplazaron al lugar después de que los vecinos dieran la voz de alarma tras escuchar detonaciones que procedían de la vivienda.

Cuando los agentes llegaron, ya no se pudo hacer nada por salvar a la pareja. Al parecer, los funcionarios localizaron en el salón a la mujer, de 53 años, con varias heridas por impacto de escopeta. El varón, de 63 años, fue encontrado en el dormitorio con un disparo en el pecho. Los policías hallaron cerca de su cuerpo el arma larga supuestamente empleada en el posible crimen machista.

Con este escenario, las primeras hipótesis que barajan los investigadores es que el hombre primero mató a su mujer con la escopeta y luego se quitó la vida con el mismo arma. Según las fuentes, se trataba de una pareja española y uno de sus hijos, todavía adolescente, estuvo con ellos a mediodía en el domicilio. Al parecer, el joven almorzó con los padres y salió de la casa. Cuando volvió, ambos ya habían fallecido.

Las fuentes consultadas también precisaron que, supuestamente, el hombre estaba atravesando una depresión. Según confirmó la Subdelegación de Gobierno de Málaga, en este caso no existían denuncias previas por violencia de género.

Si las pruebas ratifican que se trata de un crimen machista, sería también el cuarto registrado en la provincia malagueña en lo que va de año, tras los de Natalia, asesinada por su exnovio –que confesó los hechos– y cuyo cuerpo fue encontrado sin cabeza ni manos flotando en el agua de la playa de Cañas de Marbella en enero; Paula, asesinada a puñaladas por su expareja en Torremolinos el pasado mes de mayo; y Carmen, quien perdió la vida en julio tras supuestamente recibir un fuerte golpe en la cabeza de su marido.

Cabe resaltar que, de los asesinatos machistas confirmados en lo que va de 2023 en Málaga, tres de ellos han tenido lugar en la Costa del Sol. Precisamente, el más próximo a Benalmádena sucedió en la mañana del 17 de mayo en La Carihuela (Torremolinos). La víctima se llamaba Paula, tenía 28 años, era natural de Málaga y tenía tres hijos, el más pequeño de ellos con su supuesto verdugo.

Los gritos de socorro de la mujer pusieron en aviso a los vecinos, a quienes su exnovio, Marcos G. (45 años, de origen italiano), al parecer, trató de engañar para impedir el auxilio de la víctima. La joven, que había roto su relación con el sospechoso apenas dos meses antes, murió tras recibir una quincena de cuchilladas en su apartamento.

Precisamente, la detención de Marco en relación al crimen de Paula dio lugar a la reapertura del caso por la desaparición de una exnovia del italiano: Sibora Gagani, una mujer italo-albanesa de 22 años a la que se perdió la pista el verano de 2014 en Torremolinos. Su cuerpo, tras nueve años de búsqueda, fue localizado en junio por la Policía Nacional detrás de una pared del ático que la joven compartió con su exnovio.

Desde que Sibora desapareció, todos los esfuerzos para dar con su paradero condujeron a un callejón sin salida. Hasta que el pasado 17 de mayo Marco fue detenido como presunto autor del asesinato de Paula y los investigadores comprobaron que el italiano también había sido pareja de Sibora.

La convicción de los policías a la hora de buscar entre esas paredes surgió de una manifestación espontánea realizada por el sospechoso en comisaría, tras ser detenido por el asesinato de la que había sido su última pareja, Paula. Al pasar junto al cartel de la desaparecida, Marco manifestó espontáneamente que había emparedado el cadáver de Sibora.

Una alteración en una de las paredes de la vivienda fue la pista que condujo al hallazgo del cuerpo. Al parecer, los efectivos detectaron esta variación y, para obtener más información, acudieron al domicilio colindante para comparar ambas casas. Así, observaron que en esta última se había construido un armario, hueco que no existía en la casa objeto de registro.

Los policías demolieron ese muro, localizando tras el mismo un gran cajón de madera aglomerado. Al abrir la tapa vieron que su interior estaba repleto de cal y que contenía una bolsa de plástico donde había un cuchillo con restos de sangre seca. Tras extraer la cal con mucho cuidado, los funcionarios hallaron enterrados bajo la misma distintos objetos que podrían haber pertenecido a Sibora.

También encontraron un ramo de flores sobre el torso de un cadáver, que se hallaba en el interior de un saco de acampada. Al parecer, el cuerpo estaba envuelto en bolsas de plástico y en condiciones «saponificación», aunque los investigadores pudieron deducir que se trataba de una mujer. A las semanas, el ADN confirmó que se trataba de Sibora.

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