El pinchazo telefónico clave contra 'El melillero' y su banda: «Estuvieron ayer, pero no se bajaban del coche»

A las 13.28 horas de ese mismo día, apenas 40 minutos antes de la brutal agresión que llevó a la UCI a ambas jóvenes con gravísimas quemaduras, la Guardia Civil grabó una conversación entre dos de los investigados por encubrir a José Arcadio D. N. La charla carecía de sentido en ese momento. Incluso de importancia. Leída ahora, resulta tremendamente reveladora.

Y: Poti se ha ido.

X: ¿A dónde?

Y: Se ha tenido que ir.

X: ¿Y el coche suyo?

Y: ¿Qué? Ya lo ha dejado ahí arriba. Me ha dejado las llaves. Se ha tenido que ir para lo que tú ya sabes.

X: Ahhhh.

Y: Porque estuvieron ayer.

X: Sí.

Y: Pero… no se bajaban del coche.

X: No veas…

Y: Y los vio y todo.

X: No veas…

Y: Y hoy otra vez, pues se han meneado por lo visto y este lo ha llamado corriendo que lo van a recoger aquí, que van para allá otra vez.

En la conversación, hacen referencia a 'Poti', que es el último detenido en el caso, al que se considera presunto autor material del ataque, como él mismo ha reconocido ante los investigadores. La persona que «lo llama corriendo y que lo va a recoger» sería, según la investigación, José Arcadio D. N., que se habría percatado de que las víctimas se movían en el coche -«se han meneado»- gracias a los dispositivos de geolocalización instalados en los bajos de los vehículos de Sandra y Cristina.

El pinchazo telefónico, del que la Guardia Civil dio cuenta al juzgado que investigaba la agresión machista, demostraría que estas dos personas del entorno de 'El melillero', posteriormente detenidas por la Benemérita acusadas de encubrirlo, serían «plenamente conocedoras» del ataque que se iba a producir, según los informes del caso.

Pero la conversación revela varias claves más. La primera, que la maniobra de la víspera del suceso, relatada por Cristina en su declaración, habría tenido como fin perpetrar la agresión. Según la joven, la noche del 11 de enero, mientras daban vueltas para aparcar, se toparon con el Volkswagen Golf de color gris que usaba 'El melillero'. Al parecer, José Arcadio D. N. se acercó a la ventanilla del copiloto, asiento que ocupaba Sandra, y comenzó a golpear al cristal pidiéndole que lo bajara. En lugar de hacerlo, se marcharon de allí asustadas y acabaron aparcando más lejos. Después, pidieron un taxi para que las llevara al domicilio de Cristina porque tenían «mucho miedo».

Para los investigadores, «queda acreditado que el tipo de ataque que querían efectuar contra las víctimas precisaba que las mismas se bajaran del coche, motivo por el cual no consiguieron hacerlo el día anterior». La Guardia Civil considera que eso «desmontaría» el argumento de que sólo pretendían causar daños materiales, puesto que no hubiesen requerido la presencia de las víctimas ni que se bajaran del coche. «El ataque con ácido sulfúrico era una circunstancia totalmente preconcebida», concluye la Benemérita.