Persecución en Mijas para cazar a un conductor a la fuga que cuadruplicaba la tasa de alcohol

Los hechos ocurrieron hace unos días en el municipio mijeño, por la noche. La vecina, al parecer, decidió seguir al hombre al tiempo que hablaba por teléfono con los efectivos municipales, a los que iba indicando sus movimientos. Durante esa conversación, siempre según las fuentes, ya avanzó a los policías de que parecía que el conductor podía encontrarse en estado de embriaguez por su forma errática de conducir.

De esta forma, una patrulla pudo localizar al sospechoso en el interior de su turismo en una de las avenidas principales de Mijas, tras lo que procedió a colocarse detrás con las luces prioritarias activadas para que detuviera la marcha. No obstante, el sospechoso supuestamente hizo caso omiso y se negaba a detenerse, lo que obligó a los policías a realizar varias maniobras para interceptarlo.

Al aproximarse, los agentes observaron que el hombre emanaba un fuerte olor a alcohol. Al parecer, el conductor se negó en todo momento a identificarse, a apagar el turismo y a apearse del mismo, en el que permanecía con ambos brazos aferrados al volante, el motor encendido y los pies sobre los pedales. Ante el riesgo de fuga, una segunda unidad se sumó como apoyo a la intervención.

Finalmente, los agentes tuvieron que sacar al individuo del automóvil, ante lo que este supuestamente reaccionó con violencia, propinando golpes con los brazos y patadas a los efectivos, a los que también habría amenazado de muerte. De ahí que procedieron a detenerlo por un presunto delito de atentado contra la autoridad.

A continuación, los funcionarios municipales lo condujeron a un centro de salud, donde se le practicó la prueba de alcoholemia. El resultado, siempre según las fuentes, arrojó una tasa superior a 0,90 miligramo por litro de aire espirado -la tasa permitida es 0,25-, por lo que también le imputaron un presunto delito contra la seguridad vial.