Operación Mvrand: el rastro de uno de los 'capos' más buscados que llevó a la UCO hasta Puerta Blanca

Irene Quirante

Miércoles, 5 de octubre 2022, 20:27 | Actualizado 20:38h.

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Era uno de los 'capos' más buscados del mundo. F.A.A apenas tenía unos veinte años cuando se introdujo en el negocio de la droga, en el que escaló desde lo más bajo del escalafón. En sus inicios se dedicaba a cargar los fardos en las lanchas que partirían hacia aguas del Estrecho. Dos décadas después, pasó a ser quien controlaba el cotarro. Y a hacerse con un auténtico imperio cimentado en el tráfico de estupefacientes y el blanqueo de capitales.

El narco era, en apariencia, un ciudadano normal. Un empresario de poco más de 40 años que tenía numerosos negocios en Barcelona, donde residía. La realidad, según revelaron las pesquisas del Instituto Armado, es que F.A.A era el cabecilla de una importante trama criminal que proveía de estupefacientes a otros clanes españoles como los 'Messi' o 'Los Castaña'. También estaba en el punto de mira de la Europol como objetivo de alto valor en el tráfico internacional de cocaína.

Al parecer, desde el salón de su casa de Barcelona movía los hilos necesarios para controlar toda la cuestión logística de las operaciones de traslado y entrega de droga. Con solo apretar un botón o hacer una llamada, las narcolanchas salían de las guarderías en las que habían permanecido ocultas y se ponía en marcha todo el mecanismo para introducir la mercancía ilícita en Europa.

F.A.A había aprendido a curtirse como narco a todos los niveles y sabía perfectamente cómo se coordinaba el tráfico de hachís desde Marruecos. De hecho, disponía de una red de embarcaciones de goma y una enorme red logística de distribución, según descubrieron los investigadores de la Guardia Civil. Más tarde pasaría a aplicar estos mismos conocimientos y métodos para traficar con cocaína.

Se hizo de oro y, pese a ello, siguió llevando una vida de lo más sencilla en Barcelona. Pero esto no tenía nada que ver con las vacaciones a todo tren que se pegaba cada vez que tenía ocasión de salir de la Ciudad Condal. En ellas eran habituales los alquileres de yates, los coches de alta gama, las estancias en hoteles de lujo y el uso de relojes de marcas exclusivas por valor de hasta 800.000 euros.

El Grupo Central Antidrogas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil pasó dos años investigando la actividad de la red de la que F.A.A era el supuesto líder. Meses y meses de vigilancias, de seguimientos y escuchas que se terminaron materializando en una operación bautizada como 'Mrvand', en la que además participó la Fiscalía Delegada Antidroga del Campo de Gibraltar.

De la detención a Puerta Blanca

El 17 de diciembre de 2021 se desplegó un dispositivo especial de la UCO en el que también estuvieron presentes miembros de la Gendarmería Francesa, la Policía de Bélgica y la DEA de los EE.UU. Cuando los agentes irrumpieron en su vivienda, encontraron a F.A.A. sentado en su sofá, con cinco dispositivos móviles conectados y dos libretas con anotaciones. Supuestamente, fue cazado en el momento en que gestionaba nuevas operaciones en alta mar.

Durante el operativo, en el que también se detuvo a varios integrantes de la banda, se intervino cerca de un millón de euros en efectivo, diez vehículos de alta gama, una embarcación, relojes y joyas valoradas en más de tres millones y 18.000 euros en Lotería Nacional para el sorteo de Navidad.

La autoridad judicial decretó su ingreso en prisión.

Con F.A.A. y otros integrantes de la trama entre rejas se consideró que la trama de narcotráfico internacional y blanqueo de capitales había quedado desarticulada. Pero las investigaciones no se cerraron de forma definitiva y, tras nuevas pesquisas, los agentes llegaron a la conclusión de que la red continuaba activa. El rastro seguido llevó a la UCO a desplegar este martes, a primerísima hora, un nuevo dispositivo, esta vez en Málaga capital, concretamente en Puerta Blanca, que cogió completamente por sorpresa a los vecinos.

Varias furgonetas blancas, sin distintivos que las identificaran como medios de la Benemérita, hacían su aparición en el barrio en torno a las siete de la mañana. Decenas de efectivos armados con metralletas y los rostros cubiertos con pasamontañas entraron con sigilo en un portal del Camino del Pato para, a continuación, echar la puerta de una casa abajo. Fueron varios los residentes que se despertaron sobresaltados a causa de los ruidos y los gritos de los agentes cuando irrumpieron en el domicilio: «¡Alto, Guardia Civil!».

Las actuaciones en el marco de la investigación contra el tráfico de drogas que llevó a la UCO hasta Puerta Blanca continúan secretas por el momento, como precisaron desde la Benemérita, aunque la misma cuenta con una veintena de personas detenidas entre Málaga y Barcelona.