Club El Costo del Sol en Málaga, una tapadera para traficar con drogas

Crearon El Costo del Sol el 23 de enero de 2013. Establecieron su sede en una nave del polígono industrial La Estrella y se inscribieron en el registro de asociaciones de Andalucía, donde presentaron sus estatutos. En ellos, fijaban como fines del club la promoción del estudio del cáñamo y la defensa de los derechos de sus consumidores. De hecho, incluso lograron que la Agencia Tributaria les asignara un número de identificación fiscal (NIF).

Pero los estatutos y todos los documentos que habían presentado no eran otra cosa que una tapadera de su verdadero objetivo: traficar con marihuana y hachís. De esta forma, siempre según la sentencia, los procesados, que ocupaban puestos relevantes en la asociación para dirigirla y controlarla, adquirían las drogas para venderlas a terceros.

A estos últimos, según explica la magistrada, se les denominaban socios. Sin embargo, no tenían ninguna participación en el club pro cannabis, ya que se limitaban a firmar «un fraudulento contrato» de compra compartida y a abonar diez euros como cuota inicial.

Las ventas de droga

La jueza precisa que los procesados ofertaban la droga a los socios, que, sin embargo, no las consumían en el local ni bajo el control de los acusados. Asimismo, precisa que llegaron a vender marihuana y hachís a personas que no formaban parte de la asociación.

La Policía Local de Málaga se enteró entonces de la actividad de la asociación. Por ello, el Cuerpo estableció un dispositivo de vigilancia en la zona donde se encontraba el club. El local desprendía un fuerte olor a marihuana y tenía su puerta cerrada, aunque se abría a las personas que acudían hasta allí.

El 18 de febrero de 2014, los agentes interceptaron a dos hombres. En ambos casos, fueron sorprendidos con diversas cantidades de marihuana que habían adquirido en el interior del local del club pro cannabis, que contaba con cerca de 200 miembros.

Al día siguiente, se repitió el operativo, sorprendiendo a otras dos personas en las mismas circunstancias. Tras ello, los policías locales entraron en la nave donde se ubicaba la asociación donde se encontró a varias personas procediendo a la distribución de las sustancias estupefacientes. También había hasta media docena de compradores, que acababan de adquirir hachís y marihuana.

En total, en la asociación se intervinieron tres kilos de las citadas sustancias estupefacientes, así como utensilios para su preparación y distribución. Asimismo, los agentes se hicieron con documentación y 5.837 euros procedentes de las ventas.

Plantación con 400 macetas

No fue lo único que descubrieron. El presidente del club, condenado en esta causa, abrió a la policía la puerta de una nave cercana que la organización había alquilado. Allí descubrieron una plantación de marihuana con más de 400 macetas.

Los agentes procedieron al arresto de los responsables. Sin embargo, la investigación policial continuó y, en mayo de ese mismo año, se detectó que los acusados volvieron a vender a una persona un trozo de hachís.

Por todo ello, la magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 de Málaga ha condenado a los cuatro procesados por un delito contra la salud pública en su versión de sustancias que no causan grave daño a la salud. Les impone una pena de tres meses de prisión y una multa de 18.000 euros a cada uno de ellos.

Tras solicitarlo la defensa y no oponerse la Fiscalía, la jueza suspendió por dos años la ejecución de la pena privativa de libertad de los condenados. Lo ha hecho con la condición de que no delincan en dicho periodo y que estén a disposición del juzgado en todo momento.