Málaga registra casi 400 delitos sexuales en los primeros seis meses del año

Estas conductas, según se expone en el informe, han aumentado en un 12,4 por ciento respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando se contabilizaron en los mismos meses hasta 346 delitos sexuales. Cabe recordar que los tipos penales incluidos dentro de esta categoría abarcan desde la violación al acoso sexual, e incluyen también la provocación sexual; los delitos relativos a la prostitución; la explotación sexual y corrupción de menores.

Según precisa el balance, dentro de la cifra de delitos sexuales se incluyen las agresiones sexuales con penetración. En la provincia se han dado 75 casos, solo tres menos de los que hubo en los mismos meses del ejercicio anterior.

La escalada de las conductas que atentan contra la libertad sexual en Málaga casi triplica a la que se ha producido en el conjunto del territorio nacional, donde las mismas se han incrementado en un 4,8 por ciento respecto al segundo trimestre del 2023.

Según se explica en el informe, al analizar el aumento de estos delitos se ha de tener en cuenta que existe una «mayor disposición de las víctimas a denunciarlas y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, lo que reduce los niveles de infradenuncia existentes en relación con estos tipos penales».

Los datos del Ministerio del Interior reflejan un aumento de la criminalidad -excluyendo los casos de cibercriminalidad- con repercusión en casi todas las tipologías delictivas. En total, de enero a junio se registraron 39.703, un 4,8 por ciento más que en los mismos meses de 2023 (cuando hubo 1.815 menos).

En términos porcentuales, los delitos convencionales que más han crecido han sido aquellos de tipo sexual, seguidos en segundo lugar por la sustracción de vehículos, que han subido en un 9,8 por ciento en relación a los mismos meses de 2023. En total se han registrado 939, 84 más que el año pasado.

Los hurtos continúan siendo la conducta penal más frecuente –con 12.633 casos– en la provincia, pese a no ser el delito que más ha aumentado en porcentajes tras experimentar un incremento del 4,4 por ciento respecto al segundo trimestre del ejercicio anterior, con una diferencia de 533 hurtos.

Hay otros delitos que han descendido, como es el caso de los secuestros, con cuatro frente a los doce de hace un año, así como los homicidios y asesinatos, con once, dos menos que hace un año. No obstante, sí han crecido los delitos que atentan contra la vida que han quedado en grado de tentativa al haber sobrevivido la víctima, contabilizando 25, dos más que en el ejercicio anterior.

En lo que respecta a los robos, se han dado 878 en los que los autores han empleado violencia e intimidación, un 5,1 por ciento más que hace un año (835). Sin embargo, han descendido aquellos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, aunque levemente, pasando de 2.134 en el segundo trimestre de 2023 a 2.121. La mitad de estos tuvieron lugar en casas (1.470), que también han bajado en un 4,6 por ciento en relación al año pasado.

Por otro lado, los delitos de tráfico de droga también han experimentado un descenso del 14,2 por ciento en la provincia, con 592 casos frente a los 690 del ejercicio anterior. Y ello a pesar de que, a nivel nacional, estos tipos penales se han incrementado en un 3,5 por ciento.

La segunda modalidad que más infracciones suma en Málaga, por detrás de los hurtos, es la que se produce a través de los medios cibernéticos, que de un año a otro ha aumentado en un 15.1 por ciento. Según detectaron los distintos cuerpos policiales, en el segundo trimestre ya se han contabilizado 9.409 delitos de este tipo; es decir, 1.236 casos más que en los mismos meses del año pasado.

La mayor parte de estos delitos cibernéticos consisten en estafas informáticas. De acuerdo con los datos, de enero a junio se han producido 8.271, lo que implica una media de 45 denuncias al día en Málaga. Las mismas han aumentado en un 12,4 por ciento en relación a los mismos meses de 2023.

Desde 2016, la ciberdelincuencia se ha disparado a nivel nacional en un 509,1 por ciento y, como advierte la Policía Nacional, las estafas informáticas son la modalidad más común.

Las mismas son perpetradas por delincuentes profesionales que habitualmente actúan desde el extranjero y que, con el fin de pescar a posibles víctimas, realizan de forma masiva envíos de correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas telefónicas.

El fraude se pretende realizar mediante la solicitud de pago de dinero o la obtención de datos personales o bancarios. Para ello, los criminales alegan cualquier excusa, como cobrar un premio de la lotería, una herencia prestarle un servicio en nombre de las autoridades gubernamentales o solucionar un problema informático, etc.