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Lo dejó solo en casa con un par de biberones, bocadillos y unos cuantos cruasanes. Se marchó, según dijo al juez, a ver su expareja y padre de su hijo porque quería «arreglar las cosas». Cuando regresó al domicilio, casi 48 horas después -como ella misma reconoció en el interrogatorio-, el bebé ya había fallecido.
La joven, de 22 años, se encuentra en prisión investigada por los presuntos delitos de homicidio por dolo eventual -cuando no existe intencionalidad de matar, pero con la acción cometida, el responsable debería haber previsto que podía causar la muerte- y abandono temporal de menor con peligro para la vida.
El jueves, a última hora de tarde, la mujer compareció en calidad de detenida en el Juzgado de Instrucción número 6 de Málaga, que estaba en funciones de guardia. Según fuentes cercanas al caso, se mostró muy arrepentida, como ya hizo en comisaría. Repitió una y otra vez que nunca imaginó que podía ocurrir algo así. Y que de haberlo pensado, nunca lo habría hecho.
A tenor de su relato de los hechos, se ausentó de su domicilio el sábado por la tarde para ir a ver a su expareja con el fin de reconducir la situación entre ambos y, por circunstancias personales, trató de mantenerlo en secreto a su familia. Su coartada fue que había dejado al bebé con su madre. Pero la abuela dijo la verdad.
Según las fuentes, la joven regresó a su casa el lunes a mediodía. Casi 48 horas después. Al ver al pequeño inerte, trató de reanimarlo. Viendo que no podía, acudió al Hospital Materno Infantil, donde los pediatras confirmaron el óbito y activaron el protocolo ante casos sospechosos de malos tratos al ver que el bebé presentaba lesiones.
La autopsia, sin embargo, apunta más al abandono como desencadenante de la muerte. El menor presentaba hematomas en distinta fase de evolución, pero se da la circunstancia de que era hemofílico, una enfermedad hereditaria que afecta a la coagulación de la sangre, lo que impide, al menos por ahora, determinar con claridad el origen de las lesiones que detectaron inicialmente los pediatras.
El examen forense situó la data en al menos 12 horas antes de la llegada de la joven al hospital, las 16.15 horas del lunes. El pequeño también tenía un traumatismo craneal del que incluso fue intervenido quirúrgicamente, pero la investigación apunta a que se produjo por una caída accidental el pasado mes de marzo.
Los hallazgos del examen forense indican que la muerte se habría producido por una hemorragia cerebral, si bien no se ha podido determinar el origen de la misma, es decir, si ha sido traumático, producto de otra caída, o bien relacionado con la enfermedad. Ella negó cualquier tipo de maltrato a su bebé.
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