Sucesos Málaga

Investigan si la joven de Torremolinos murió en una fiesta con drogas y abandonaron su cadáver

Las respuestas trata de encontrarlas la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de Torremolinos-Benalmádena con ayuda de la Brigada de Policía Científica y los especialistas del Instituto de Toxicología que analizan las muestras tomadas al cadáver para aclarar la causa del óbito.

Aunque la investigación todavía se mueve más en el terreno de las posibilidades que de las certezas, las pesquisas se orientan cada vez más hacia la hipótesis de una muerte provocada por una reacción adversa a las drogas en el contexto de una fiesta o una juerga, lo que también explicaría los signos de asfixia observados en el cuerpo de la joven. De confirmarse, habrá que aclarar si la consumió o se la suministraron.

Para esclarecer esta hipótesis, los investigadores están a la espera de los resultados de los estudios complementarios a la autopsia, principalmente pruebas toxicológicas -para acreditar la presencia de estupefacientes en el organismo- e histopatológicas, que no son otra cosa que el examen al microscopio de las muestras recabadas. 

Estas pruebas se analizan en el Instituto de Toxicología de Sevilla, donde existe un auténtico embudo porque reciben muestras de las autopsias que se realizan en todos los institutos de medicina legal de Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla.

Algunos resultados han podido demorarse meses, incluso un año, aunque a este tipo de casos, donde son muertes indeterminadas, pero con indicios de criminalidad, se les suele dar prioridad y podrían estar en semanas o como mucho un mes, según las fuentes consultadas.

En función de los resultados, los investigadores podrán saber si la ingesta de drogas explicaría por sí misma los signos de asfixia y la muerte de la joven, o si por el contrario podría tratarse de una asfixia mecánica -por sofocación, ya que el estrangulamiento parece descartado- y, por tanto, de un homicidio.

Paralelamente, los agentes intentan averiguar quién y por qué abandonaron el cuerpo de Anne Mathea Morken junto a un paso de peatones a la entrada de la urbanización Benyamina norte, que está compuesta por dos bloques y que se sitúa en la parte alta de Playamar.

Mientras peinaban urbanizaciones de la zona con fotos del perfil de la joven en redes para buscar a personas que la conocieran, han ido interviniendo imágenes de todas las cámaras de seguridad próximas al lugar de los hechos y en las posibles vías de huida.

Las pesquisas apuntan a que la chica murió 10 horas antes -o más- de que un grupo de jóvenes descubrieran el cadáver a la 1.30 horas del pasado 13 de septiembre. Se trata de una zona iluminada y con cierto tránsito, por lo que el cuerpo tuvo que ser depositado allí durante la madrugada.

Otra vía de investigación se centra en reconstruir la vida y las últimas horas de Anne Mathea Morken en Torremolinos para averiguar con quién estuvo aquel día. Según la prensa noruega, era una chica alegre, deportista y amante de la naturaleza. Sus redes sociales están plagadas de fotos practicando esquí, navegando o bañándose con amigos.

Anne nació en Ringebu, un pequeño pueblo de menos de 5.000 habitantes en el centro de Noruega. Su vida siempre estuvo ligada al deporte. Según la prensa de su país, estudió deportes en la escuela secundaria superior de Gausdal y perteneció al club de esquí Ringebu-Fåvang.

La joven se mudó hace algo más de un año a España, ya que se matriculó en una escuela privada noruega para prepararse como entrenadora personal y el primer semestre se imparte en Fuengirola, pero abandonó los estudios en 2022.

Al parecer, se instaló en Torremolinos, donde compartía piso con otras personas. Según las fuentes consultadas, actualmente estaba teletrabajando para ganarse la vida. Anne era una persona muy querida. Familiares, amigos y vecinos se han congregado en la iglesia de su pueblo para rendirle homenaje.