114 investigados en una operación contra los regadíos ilegales de subtropicales en la Axarquía
El Seprona de la Guardia Civil, que ha arrestado ya a una treintena de agricultores, pone en foco en los pozos clandestinos y en la gestión del agua de tres comunidades de regantes
En medio de una sequía que parece no tener fin, y con la polémica de Doñana como telón de fondo, el Servicio de Protección de ... la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha desatado en Málaga una operación contra los pozos ilegales y el saqueo de agua que tiene como epicentro una serie de plantaciones de subtropicales en la Axarquía.
Los números de la investigación son tremendamente llamativos. La denuncia original presentada por la Fiscalía de Medio Ambiente el pasado septiembre identifica a 114 personas que en estos momentos están siendo investigadas -policialmente- por el Seprona. Se trata de agricultores, empresarios o miembros de las comunidades de regantes.
Inicialmente, las pesquisas se han centrado en una treintena de ellos, que han pasado en los últimos días por la comandancia para ser interrogados en calidad de detenidos. Tras ello, han quedado en libertad bajo la advertencia de que serán citados a declarar en el Juzgado de Instrucción número 1 de Vélez-Málaga, que dirige la investigación.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y de la Fiscalía de Medio Ambiente han confirmado a este periódico la operación, en la que se investigan delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente (artículo 325 del Código Penal) y de distracción de aguas (artículo 247 del Código Penal).
Por una parte, se ha detectado la extracción clandestina de más de un millón de metros cúbicos de una masa de agua subterránea (denominada Metapelitas de Sierra Tejeda-Almijara) a través de tres pozos ilegales que han estado funcionando durante años y que se han utilizado para regar plantaciones de subtropicales, principalmente de aguacate.
Los agentes han detectado tres pozos ilegales en una masa de agua subterránea que está sobreexplotada
Se da la circunstancia de que esa masa subterránea está «sobreexplotada» y su estado de conservación tiene la clasificación de malo, como destaca el propio Seprona en sus informes, donde recuerda que la Junta de Andalucía tiene declarada la situación de sequía prolongada desde junio de 2021, lo que ha obligado a establecer un periodo de restricciones.
«Estas conductas ilegales –subraya el Seprona– impiden a la administración autonómica medioambiental tener un conocimiento previo y preciso de las entradas y salidas de agua del acuífero que permitan llevar un debido control de la situación hídrica de la masa de agua». Los agentes calculan que el perjuicio al Dominio Público Hidráulico (DHP) causado sólo por estos tres pozos asciende a 343.644 euros.
La segunda infracción que investiga el Seprona se refiere al desvío de agua gestionada por varias comunidades de regantes, que administran este recurso a una serie de parcelas autorizadas. El problema es que, según los informes de la Benemérita, se ha utilizado ese agua en más de 220 hectáreas de superficie no autorizada en los últimos cinco años, lo que habría causado daños al dominio público hidráulico superiores al millón y medio de euros. Y ese dato corresponde sólo a una de las comunidades de las tres investigadas.
El Seprona aporta una cifra aún más reveladora: el total de aprovechamientos (pozos y balsas) localizados en esa comunidad de regantes asciende a nueve, de los cuales siete (el 77% del total) son ilegales, lo que evidencia el «manifiesto desprecio al cumplimiento de la normativa medioambiental y a sabiendas de la grave situación hídrica existente en la zona», apunta uno de los informes.
Un tercio de los pozos ilegales localizados por el Seprona están en Málaga
Tras la muerte del pequeño Julen el 13 de enero de 2019 en Totalán, la Guardia Civil inició una campaña para localizar infraestructuras ilegales destinadas a sustraer agua. Cuatro años después, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) han denunciado 3.000 pozos, sondeos y balsas irregulares en las dos fases de la que se bautizó como 'operación Mizu'. La mitad de esas infraestructuras denunciadas por el Seprona han sido descubiertas en Andalucía. Y casi un tercio en Málaga, donde se han localizado 432 captaciones ilegales sólo en 2021, durante la segunda fase de 'Mizu', como informó SUR el pasado enero. Le siguen, muy de lejos, Sevilla y Ciudad Real, con 96. Fuentes del Seprona matizaron que el dato de Málaga obedece al celo de los agentes de esta provincia, que se volcaron en este operativo tras la muerte de Julen. Cuando hablan de infraestructuras, los agentes del Seprona se refieren a pozos, sondeos, balsas de agua o instalaciones en los propios cauces de los ríos. Aunque los primeros se usen como sinónimos, no lo son. Los pozos son menos profundos, con 10 o 12 metros como máximo, y más anchos, por encima del metro. Los sondeos, en cambio, tienen un diámetro mucho menor y pueden llegar a los 500 metros de profundidad. Las infracciones detectadas en materia de aguas se resumen en carecer de documentación para explotar estas infraestructuras, extraer más litros de los permitidos o hacerlo en zonas de especial protección.
Los agentes han puesto el foco en los pozos ilegales y en los agricultores y empresarios que se habrían beneficiado de ellos, pero también en los responsables de las comunidades de regantes al considerar que eran conscientes de este desvío de ese importante caudal de agua hacia parcelas que estaban autorizadas.
A juicio de los investigadores, la actuación de los responsables de esas comunidades de regantes supondría un «grave incumplimiento» de su obligación de administrar un recurso que es público: «[...] No ha actuado, ni denunciado ni velado por el buen uso del agua, siendo prueba de ello que no existe una sola denuncia formulada por pozos ilegales, desvío ilegal, silenciando las irregularidades que se estaban cometiendo».
Y todo ello en un contexto de sequía que se agudiza cada día que pasa, porque este año, según Aemet, ha llovido un 22% menos de lo habitual en España. La reserva hídrica del país comienza a resentirse seriamente y ya está al 51% de su capacidad, 15 puntos por debajo de la media de la última década. La peor parte se la están llevando los pantanos del sur peninsular, donde la situación es realmente crítica. Los embalses de la cuenca del Guadalquivir sólo almacenan una cuarta parte de su capacidad: están al 25,6%.
El pantano de La Viñuela se encuentra al 9,7% de su capacidad y roza ya el mínimo histórico alcanzado en 2008
La situación es especialmente grave en la Axarquía, con el pantano de la Viñuela al 9,7% de su capacidad, por lo que roza ya el mínimo histórico alcanzado en octubre de 2008, cuando se quedó con sólo 15 hectómetros cúbicos. Actualmente almacena 16 hectómetros, cuando su capacidad es de 165, con la diferencia de que ahora encara la –teóricamente– época menos lluviosa del año.
La situación para el sector de los subtropicales es tremendamente difícil en la Axarquía tras un año, 2022, en el que los precios se desplomaron. Desde octubre, las comunidades de regantes de la Axarquía no reciben de este embalse. La Junta adoptó por primera vez en la historia la dramática decisión de dejar sin agua al campo de la Axarquía ante las mínimas reservas de La Viñuela, del que se abastecen también unos 160.000 habitantes de 14 municipios.
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