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La niña contó lo ocurrido en la sala Gesell de la Ciudad de la Justicia, que está preparada para tomar declaración a menores. SUR
El infierno de una niña de 12 años tras ser acogida en Fuengirola

El infierno de una niña de 12 años tras ser acogida en Fuengirola

Un hombre le abrió las puertas de su casa, una circunstancia que aprovechó para abusar sexualmente de ella hasta en tres ocasiones

Lunes, 4 de julio 2022, 00:49

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Se había quedado en la calle. Estaba con su padre y su hermana, y no tenían un techo bajo el que quedarse. Entonces él apareció como un salvador, abriéndoles las puertas de su casa. Sin embargo, ahí fue cuando empezó el verdadero infierno de la pequeña, que tenía solo doce años cuando aquel hombre, que se comportaba con ellas como un abuelo cuando su progenitor estaba delante, comenzó a abusar sexualmente de ella.

Los hechos tuvieron lugar durante el verano de 2018. Por aquella época, el padre de la menor se había quedado en la calle con sus hijas –la propia víctima y su hermana de 10 años–. Sin vivienda, sin trabajo y sin posibilidad de pagar un alquiler, se cruzó en su vida el procesado.

Hicieron buenas migas y enseguida les abrió las puertas de su casa para que se quedaran. Lo que nunca sospechó el padre de las niñas es que aquel hombre de 65 años al que apodaban 'El Chino' había sido condenado por un delito de abusos sexuales en 2001 –según las conclusiones presentadas por el fiscal–.

'El Chino' se ganó pronto su confianza con su hospitalidad y amabilidad con las niñas. El representante del Ministerio Público que ha llevado este caso explicaba en su escrito de acusación que el procesado se comportaba con las menores como un abuelo.

Ante esta situación se ausentó en un par de ocasiones de la vivienda para ir a ver a su pareja, dejando solas a las niñas con aquel hombre. Fue entonces cuando se produjeron los abusos sexuales, según se recoge en la sentencia de la Audiencia Provincial en la que se ha condenado al procesado.

Se aprovechó de la situación de superioridad y del agradecimiento que la menor creía deberle por haberla acogido

El hombre abusó sexualmente de una de las niñas, la mayor, en dos ocasiones entre los meses de julio y agosto del citado año. La primera vez, la pequeña se quedó completamente paralizada. Lo contó en la sala Gesell de la Ciudad de la Justicia cuando se le tomó declaración por lo ocurrido.

Allí los micrófonos y la cámara que recogieron su versión pasan inadvertidos entre el mobiliario lúdico para que los menores no tengan la impresión de que están en una sala de interrogatorios. La idea es evitar a los niños el tortuoso recorrido de una instrucción judicial, que se vuelve especialmente duro en los casos de abusos o agresiones sexuales.

Entre macetas, peluches, libros y algunos cuadros, la víctima contó como aquel hombre que se comportaba como un abuelo cuando estaba su padre delante aprovechaba su ausencia para abusar de ella. Relató que, la primera vez que todo ocurrió, discutieron.

En la sentencia se indica que 'El Chino' le dijo que no volvería a hacerlo, pero mintió. Después de abusar de ella venía el juego psicológico. La niña contó que el hombre la amenazó con quitarse la vida si contaba lo que había pasado.

'El Chino' también aprovechó una noche en una terraza de un bar para hacerle tocamientos. Fue el 16 de agosto de ese mismo año, cuando fueron junto a su padre a cenar algo. Cuando el progenitor se ausentó de la mesa, el procesado le introdujo la mano por debajo de la ropa. Pero en esa ocasión le pillaron. En las actuaciones aparece como una testigo protegido en este caso lo vio todo. Declaró que observó al hombre «metiéndole mano» a la niña.

La pequeña nunca había contado nada a su padre de lo que ocurría. Ella misma explicó en la sala Gesell que si no lo hizo fue porque se podrían quedar en la calle y para evitar que el procesado se hiciera daño.

La Audiencia Provincial le ha impuesto una pena de 24 años de prisión como autor de tres delitos de abusos sexuales

Este aspecto se encuentra perfectamente recogido en la resolución judicial. En ella se explica que 'El Chino' abusó sexualmente de la niña prevaliéndose de la situación de superioridad de la que hacía gala, no solo por su edad, sino también por el agradecimiento que creía la menor deberle por haberla acogido a ella, a su hermana y a su padre en la casa.

El procesado siempre ha negado los abusos sexuales. De hecho llegó a alegar que en aquella época padecía hipertensión, impotencia y que consumía grandes cantidades de alcohol.

Sin embargo, en la sentencia se asegura que el estudio presentado por su defensa en el que se dice que las afirmaciones de que el perfil de personalidad del procesado no coincide con los rasgos más habituales de los agresores sexuales y que, en la época de los hechos, poseía una alta probabilidad de padecer una disfunción han de ser consideradas huérfanas de acreditación científica y médica.

Su versión no es creíble para los magistrados de la Audiencia Provincial, algo que, en cambio, sí ocurre con la de la víctima. En la sentencia se indica, entre otros aspectos, que la niña relató lo ocurrido «de forma convincente y sin que quepa establecer algún tipo de duda en relación a la producción de los hechos».

Relato creíble

El relato de la pequeña es creíble. Entre otros aspectos, se destaca una declaración de una psicóloga en la que se advirtió de la complejidad y dificultad para obtener el testimonio de la menor, «lo que pone de manifiesto que no responde a un guión aprendido con antelación y repetido literalmente».

Los magistrados también ponen sobre la mesa más argumentos para condenar a 'El Chino'. Entre otros, los informes médicos forenses en los que, tras practicarle una exploración ginecológica a la niña, se recoge que la menor presentaba lesiones compatibles con los abusos sexuales.

Todo ello son razones más que suficientes para los magistrados, que han condenado a este hombre como autor de tres delitos de abusos sexuales y otros dos más, de carácter leve, de lesiones. Por ello, le han impuesto una pena de 24 años de prisión, además del deber de pagar una multa de 600 euros.

Asimismo, se le prohibe acercarse a la víctima a menos de 500 metros y comunicarse con ella durante once años. Finalmente, siempre según se indica en la citada sentencia, 'El Chino' tendrá que indemnizar a la niña con 150.000 euros por los daños morales que le ha causado con el infierno que le hizo vivir tras acogerla en su casa.

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