Identifican al grafitero del 'no' en Málaga: es un menor de 15 años
La Policía Local investigaba desde hacía meses su firma, que dejó reflejada en numerosas pintadas en locales del centro
Sus pintadas contenían, casi siempre, la palabra 'no'. De hecho, esas dos letras eran la idea central del dibujo, trazado en relieve y con relleno ... de colores. El grafitero del 'no', que sembró de espray numerosos establecimientos comerciales del Centro de Málaga, ha sido identificado por la Policía Local de Málaga tras una laboriosa investigación. Y ha resultado ser un menor de 15 años.
Los primeros dibujos aparecieron el año pasado en las puertas metálicas de varias tiendas de la ciudad. También se han detectado en vallas o en el mobiliario urbano. El último, a finales de septiembre y, de nuevo, en un comercio. En total, la Policía Local encontró una docena de grafitis que pudieron ser atribuidos a un mismo autor en base al estudio de sus trazos, aunque no se descarta que haya más.
Los agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local encontraron una serie de rasgos distintivos, comunes a todos las pintadas que se le achacan al mismo autor. Para empezar, el grafitero dibuja la consonante en minúscula y la vocal en mayúscula, y dentro de esta última añade un asterisco -que simula un ojo- y lo que parece ser una boca con un colmillo.
Tras numerosas gestiones y vigilancias, realizadas tanto a pie de calle como en redes sociales, los investigadores encontraron en abril de este año un perfil de Instagram en el que se había publicado un vídeo de un chico pintando un grafiti con la palabra 'no'. Los agentes tenían, por primera vez, la imagen del sospechoso.
Tres meses más tarde, una unidad de la Policía Local sorprendió in fraganti a un joven mientras hacía una pintada en una de las paredes del colegio de Educación Primaria San José de Calasanz, en la calle Peso de la Harina, en Málaga capital. El dibujo estaba casi terminado y correspondía a la firma del grafitero del 'no'.
Al identificar al autor, los agentes comprobaron que se trataba de un menor de tan sólo 15 años. Los policías locales contactaron con sus padres, que en ese momento estaban fuera por motivos laborales, pero que reconocieron la afición de su hijo adolescente por el grafiti vandálico y que eran consciente de que los había realizado por toda la ciudad.
Tras llevar al menor de vuelta a casa, los investigadores del GIP se centraron en elaborar un informe con todas las pintadas que se le podían atribuir, recogiendo fechas, lugares y rasgos distintivos que las identifican.
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