El hijo de Ablaye llega a Málaga y ya acompaña a su padre en el hospital
El senegalés, que despertó una ola de solidaridad, cumple su sueño de pasar con él este tramo final de su enfermedad
Ablaye Mboup ya no está solo en España. Desde esta mañana, su hijo Cheikh, de 28 años, lo acompaña en la habitación del Hospital Costa ... del Sol donde el senegalés atraviesa el tramo final de la hipertensión arterial pulmonar que padece, una enfermedad rara que, en casos como el suyo, desemboca inevitablemente en la muerte.
Cheikh ha podido viajar a Málaga gracias a una ola de solidaridad que se inició después de que su cardiólogo, Rafael Bravo, recurriera a los medios, en concreto a diario SUR, para dar a conocer el caso de Ablaye para que al menos pudiera tener una muerte digna.
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Un enfermero del hospital, Pablo Guardardo, subió una petición a la plataforma change.org solicitando firmas -recabó 60.000- para apoyar a Ablaye y que pudiera cumplir su última voluntad, que se vio retrasada por la burocracia. Sin embargo, la difusión de su caso permitió que se agilizaran los trámites y que el hijo pudiera obtener un visado para cuidar de su padre. Desde hoy, ese sueño de Ablaye es una realidad.
La hipertensión arterial pulmonar que sufre Ablaye provoca que las paredes de las arterias pulmonares se engruesan y se reduce el paso de la sangre, lo que acaba provocando una hipertrofia del corazón, que se ve obligado a realizar un mayor esfuerzo para bombear la sangre.
La medicina sólo alcanza a ofrecer soluciones terapéuticas, pero hay pacientes que, pese a los fármacos, se quedan sin alternativas y el tratamiento se vuelve paliativo. En ese último estadio, la enfermedad se vuelve mortal en un corto plazo de tiempo. Es ahí donde se encuentra el senegalés.
Le diagnosticaron la enfermedad en 2010 en el Hospital Costa del Sol, donde le pusieron en tratamiento con fármacos por vía oral. Evolucionó bien hasta 2018. Pero ese año empeoró y los cardiólogos recurrieron a un medicamento por vía intravenosa, el epoprostenol, un potente vasodilatador obtenido de la prostaciclina.
Cheikh, el hijo de Mboup Ablaye ya acompaña a su padre. Nunca se puede perder la esperanza, y al final entre muchos se ha logrado humanizar nuestro esfuerzo. Gracias @DSAPCostadelSol @jesusraguirre @saludand @MalagaJunta @AndaluciaJunta pic.twitter.com/3TaOGlc1l4
Carlos Bautista (@bautista_ojed) November 21, 2022
Para administrarle este fármaco, necesita un catéter directo al corazón y una bomba de perfusión, que viene a ser una petaca algo más grande que un móvil con la forma de un bolso bandolera que lleva permanentemente colgada al cuello, bajo la ropa. Si se le acaba el medicamento, el paciente puede fallecer en menos de un día.
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