Detienen a un británico en Estepona por el hackeo de 130 cuentas de Twitter, entre ellas la de Barack Obama, Joe Biden y Bill Gates
El joven, de solo 22 años, dirigía desde los perfiles afectados a sus millones de seguidores hacia una estafa en la que se ofrecían pagos con Bitcoins
Desde su residencia en Estepona hackeó 130 cuentas de políticos, famosos y empresas para llevar a cabo una estafa por la que las autoridades norteamericanas ... comenzaron a seguirle la pista. Se trata de una investigación que acaba de culminar con la detención del sospechoso, un joven británico de 22 años, que ha sido arrestado en la localidad costasoleña este martes.
Las pesquisas comenzaron en julio del año pasado. Entonces, las cuentas de numerosos personajes públicos como el expresidente de EE.UU., Barack Obama, el actual, Joe Biden, o los empresarios multimillonarios Bill Gates y Jeff Bezos, fueron víctimas del ataque informático, así como empresas como Apple o Uber.
Desde los perfiles afectados se dirigía a sus millones de seguidores hacia una estafa. En concreto, se publicaron mensajes muy parecidos en las cuentas atacadas, en los que se ofrecía doblar el dinero que los usuarios ingresaran en Bicoins a un monedero virtual de criptomonedas.
El Federal Bureau of Investigation (FBI) encabezó entonces una investigación en la que han participado numerosos equipos para dar con el hacker que protagonizó el ataque. Entre ellos, el Servicio Secreto de los Estados Unidos.
También contaron con las autoridades del Reino Unido, así como con el Cuerpo Nacional de Policía. Precisamente, los agentes de este último organismo son los que han llevado a cabo este martes la detención del sospechoso en Estepona, después de que se dictara una orden internacional de arresto por parte de Estados Unidos.
Según han informado las autoridades norteamericanas, el detenido también podría estar detrás de un ataque a usuarios de Tik tok y Snapchat. Asimismo, se le acusa de un acoso cibernético a una víctima juvenil.
Pero la lista de cargos contra el joven británico es interminable. Además de los anteriores, hay que sumarle varios por acceder sin autorización a numerosos ordenadores, por extorsionar a sus propietarios con la información obtenida y por amenazas, entre otros.
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