Detenido en el aeropuerto de Málaga un turista que pretendía salir tras fingir un robo mediante sumisión química

El sospechoso ha sido sorprendido, en la zona de facturación de maletas del aeródromo, con el reloj cuya sustracción denunció unas horas antes en la Comisaría de Fuengirola, ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.

La investigación, practicada por agentes adscritos a la Brigada Local Policía Judicial de la Comisaría de Fuengirola, se inició precisamente a partir de la denuncia de una pareja, un hombre y una mujer, de 26 y 25 años, los cuales se hallaban de vacaciones en la Costa del Sol.

En la denuncia presentada en dependencias policiales, la pareja informaba que tenían sospechas de haber sido drogados cuando estaban de copas en una zona de ocio nocturno de Fuengirola --la madrugada del 16 de octubre--.

Las víctimas apenas aportaron datos concretos en la denuncia, alegando no recordar nada por los efectos de una posible sumisión química. Así, siempre según el testimonio de los denunciantes, tras la salida nocturna, el hombre despertó muy aturdido en un banco, en Benalmádena, echando en falta su reloj de pulsera, que valoró en unos 11.000 euros.

Por su parte, su pareja, llegó de madrugada al hotel donde se hospedaban, muy mareada, percatándose a la mañana siguiente de que le faltaba su teléfono --aunque el reloj de ella, en cambio, lo conservaba en la muñeca--.

Desde un inicio, los investigadores encontraron ciertas contradicciones en las manifestaciones de los denunciantes. Además, les llamó la atención de que la denuncia se presentase este martes, un día después del robo, apenas unas horas antes de que las víctimas se dispusieran a salir del país, en un vuelo con destino a Londres.

El rocambolesco suceso acabó con el arresto de uno de los denunciantes, el varón en concreto, que fue sorprendido en el aeropuerto de Málaga portando, entre sus efectos personales, el reloj denunciado en comisaría.

Los investigadores detuvieron al hombre por su presunta implicación en un caso de simulación de delito. Los sospechosos contaban con un seguro que cubriría el tipo de ilícito penal denunciado, según expusieron ante la pregunta del funcionario que tramitó la denuncia.