El crimen de la mujer decapitada en Marbella: su exnovio, condenado a 19 años y medio

Lo hizo de manera sorpresiva, asfixiándola por la espalda para eliminar cualquier posibilidad de defensa. Luego, seccionó su cabeza y sus manos con el único propósito de evitar su identificación, tras lo que arrojó su cuerpo al mar, tal y como quedó probado por unanimidad para los miembros del jurado y se expone en la resolución judicial, a la que SUR ha tenido acceso.

Leonel H. confesó su autoría ante la Policía Nacional y también en el juicio. En los días previos al crimen, hostigó a la víctima a llamadas, pese a que no podía acercarse ni comunicarse con ella debido a la orden de alejamiento que pesaba sobre él por violencia de género. Tanto fue así que ella llegó a manifestar a sus familiares que se sentía acosada y sometida por este individuo.

Aquella mañana, la del 8 de enero de 2023, pidió a un amigo que alquilara una furgoneta y lo trasladara al centro religioso en el que sabía que encontraría a la víctima, a la que abordó en la calle. La subió al vehículo y ambos se apearon en el aparcamiento de Pinomar, desde donde se trasladaron a la playa Real Zaragoza. Allí mantuvieron relaciones sexuales que, de acuerdo con la sentencia, fueron consentidas. Luego, la mató.

Como ha quedado acreditado, asesinó a la víctima de manera sorpresiva. Según mantenía la acusación, la asfixió con sus brazos realizándole un 'mataleón'. Luego, amputó la cabeza y las manos a Natalia e intentó hacer desaparecer su cadáver practicándole un corte en el abdomen y arrojando el cuerpo al mar con intención de que se hundiera para así eliminar cualquier prueba del crimen.

Para el jurado, Leonel H. ejecutó el crimen con expreso desprecio al sexo femenino de la víctima, a la que agredió en otras ocasiones, lo que motivó las denuncias de ellas y los consiguientes procedimientos penales. En la sentencia se ha apreciado la atenuante de confesión y su colaboración con la policía una vez que llevó a cabo su detención.