Condenado por drogar a una compañera de clase de su hijo y abusar de ella en Álora

Alvaro Frías y Juan Cano

Málaga

Miércoles, 12 de mayo 2021, 00:25

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Encontró a una compañera de clase de su hijo tirada en la calle en Álora. Estaba tumbada en un banco, así que le ofreció un techo bajo el que pasar la noche. Sin embargo, una vez en su casa, la drogó y abusó sexualmente de ella, algo por lo que ha sido condenado a ocho años de prisión, según ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en una sentencia.

Los hechos tuvieron lugar el 12 de febrero de 2019. La adolescente, que tenía 14 años de edad, se encontraba internada en un centro de protección de menores de Álora, pero aquel día decidió no regresar a las instalaciones y se quedó deambulando por el pueblo sin rumbo fijo.

Cansada de ir de un lado para otro, la joven se tumbó en un banco. Allí la encontró el procesado, un hombre que entonces tenía 38 años de edad, y le ofreció que fuera a su casa a dormir después de que ella le contara que se había fugado del centro.

Una vez en la vivienda, el hombre suministró a la chica alcohol y hachís, que ella consumió, mientras que él no tomó nada. Debido a ello, según se refleja en la sentencia dictada por la Sección Novena de la Audiencia Provincial dictada en primera instancia, la joven entró en un estado de intoxicación, quedando sin consciencia ni voluntad.

Después ella se retiró a la habitación que el hombre le había indicado, despertando sin embargo en la cama del procesado, con él encima abusando sexualmente de ella. Desconocía lo que había pasado hasta ese momento, por lo que se apartó inmediatamente.

Mientras se vestía, el hombre no dejó de fotografiarla en todo momento. Sobre las seis de la mañana, el procesado se marchó de la casa, le dijo que se iba a trabajar y que regresara sobre las tres de la tarde, ya que se había enamorado de ella y que podían ser novios.

Por todo ello, la Audiencia Provincial de Málaga condenó a este hombre como autor de un delito de abuso sexual con penetración a una menor de 16 años, imponiéndole la pena de ocho años de cárcel. Asimismo, una vez cumplida la pena privativa de libertad, se verá obligado a pasar cinco años más de libertad vigilada.

El procesado, lejos de aceptar la condena, decidió recurrir al TSJA, alegando que, pese a reconocer que mantuvo relaciones sexuales con la menor, que no sabía su edad y que pensaba que era mayor de edad. Pero el Alto Tribunal andaluz no ha aceptado sus argumentos y ha ratificado la sentencia impuesta por la Sección Novena.

Siempre según la sentencia dictada por el TSJA, los magistrados han indicado que el procesado era plenamente conocedor de la edad de la menor, ya que era compañera de clase de su propio hijo, que también tenía 14 años, así como de una sobrina que contaba con 15.