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Leonor recibió 64 puñaladas de su exmarido, con el que ya no convivía, en una vivienda de Fuengirola. Su hijo, menor de edad entonces, intentó defenderla, pero también fue atacado por su padre con el cuchillo (de grandes dimensiones) en el cuello, a la altura de la vena yugular. Aquel día, el autor reconoció que hizo «lo peor que un ser humano podía hacer» y así lo ha considerado también el Tribunal Supremo, que ha tumbado el recurso presentado por la defensa del condenado.
El Alto Tribunal ha confirmado la sentencia que formuló hace un año el máximo órgano judicial autonómico, en la que estimó parcialmente otro recurso del procesado, sustituyendo así la alevosía que calificaba la Audiencia Provincial por el abuso de superioridad, quedando rebajada la condena dos años: de 23 a 21.
A esos habrá que sumar siete años y medio por la tentativa sobre el hijo, con lo que tendrá que cumplir 28 años y medio de prisión. La familia de la víctima ha estado representada en el procedimiento por el despacho Herrera & Ábalos.
Pero, la representación legal del encausado volvió a presentar recurso, esta vez de casación, alegando vulneración de la presunción de inocencia y aplicación indebida de la agravante por supuestas instrucciones parciales por parte del magistrado-presidente al tribunal de jurado que lo declaró culpable y por una anomalía mental, entre otros motivos.
Si bien, el Tribunal Supremo sostiene que los hechos objetivos «están claros en lo sustancial y la autoría también». Además, indica que en cualquier episodio de estas características existe «una explosión emocional» pero que eso «no es lo relevante». «Pocas personas matan a otras con el ánimo sereno, acaso unos pocos sicarios a sueldo», justifica.
Aquella tarde, la del 12 de enero de 2019, el procesado acudió a la casa de su exmujer. Ella había puesto fin a la relación unos meses antes, pero era habitual que él se presentase en su domicilio con la excusa de ver a su hijo. Entonces se desató el horror.
Según los hechos probados, se produjo una discusión entre ambos y, en un momento de la trifulca, el procesado cogió un cuchillo de la cocina de 15 centímetros de hoja. Luego empezó a atacar de forma sorpresiva a Leonor, a quien llegó a asestar 64 puñaladas. De acuerdo con la sentencia, el procesado siguió atacando acuchillando a la víctima en diversas partes del cuerpo mientras todavía estaba viva. Murió unos cinco minutos después de que cesara la agresión.
El hijo de la pareja, que tenía 16 años, se encontraba en su habitación escuchando música y salió de la misma al escuchar los ruidos que procedían de la cocina. Al asomarse, encontró a su madre tendida en el suelo y a su progenitor sobre ella, agrediéndola con el cuchillo.
El chico intervino en un intento de auxiliar a Leonor y fue entonces cuando el encausado, de acuerdo con la sentencia, se revolvió contra él «con intención de acabar con su vida». Le asestó dos puñaladas en el cuello, a la altura de la vena yugular. El hijo pudo salvarse porque salió del inmueble a pedir auxilio, siendo perseguido durante un trayecto por el acusado.
El fallo del TSJA se publicó un año después de que los hechos se enjuiciasen en la Ciudad de la Justicia de Málaga, siendo el exmarido de Leonor declarado culpable por un jurado popular.
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