Una columna del restaurante evitó una masacre en el accidente de Fuengirola
El coche colisionó con la esquina del establecimiento, lo que impidió que arrollara a los clientes que abarrotaban la terraza
El trágico accidente de Fuengirola, donde dos personas perdieron la vida y otras 10 resultaron heridas, entre ellas un bebé, pudo haber acabado en una ... masacre aún mayor si no es por una columna del restaurante, que impidió que el coche fuera de control arrasara la terraza.
La Policía Local de Fuengirola, que se ha hecho cargo de la investigación, ha empezado por reconstruir el accidente causado por un turismo fuera de control conducido por una mujer de 45 años y de origen iraní. El Juzgado de Instrucción número 4 de la localidad, en funciones de guardia, ha decretado este sábado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de la conductora detenida que dio positivo en alcohol y que carece del carné obligatorio.
Según ha podido saber este periódico, el siniestro se produjo cuando el turismo circulaba por el paseo marítimo en sentido Marbella en la zona de Carvajal. En un momento determinado, la conductora perdió el control del coche y se estrelló contra una farola, que tumbó literalmente sobre la acera.
Acto seguido, el vehículo recorrió unos 280 metros a gran velocidad -aún se está realizando el estudio para calcularla- y se empotró contra una columna o una esquina de la terraza del restaurante, que estaba abarrotada en esos momentos, lo que impidió que el coche arrollara a los clientes del local y causara una mascare.
Tras esa colisión con la columna, el coche salió despedido y se acabó estrellándose contra otro automóvil que estaba aparcado en el paseo marítimo. En ese último movimiento se llevó por delante a un joven sevillano de 25 años que estaba de vacaciones en la provincia. Murió en el acto como consecuencia del siniestro.
También falleció en el accidente la propietaria del turismo fuera de control, una iraní de 47 años que viajaba en el asiento del copiloto. Hubo en total 10 heridos, tres de ellos graves, en concreto un matrimonio procedente de Toledo y su hija de dos años que ocupaba la mesa de la terraza más próxima a la calle.
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