Los fiscales alertan del aumento «exponencial» de la violencia sexual y el 'ciberflashing' entre menores

El 'ciberflashing' tiene dos vertientes. Puede utilizarse para el propio disfrute sexual del que se graba a sí mismo y comparte las imágenes, lo que sería la versión digital de exhibicionista de la gabardina. Pero también puede usarse para acosar, angustiar o humillar a alguien.

Esta práctica, que empezó entre adultos, ya se ha extendido a los menores de edad, como advierte la Fiscalía Superior de Andalucía. En la memoria que recoge la actividad judicial en 2021, que se hizo pública este jueves 8 de septiembre, se indica que ya se han denunciado los primeros casos de 'ciberflashing' entre adolescentes y alerta de que estos hábitos generan «conductas sexuales inadecuadas y un inicio precoz en la sexualidad».

El Ministerio Público advierte en su memoria anual de que la violencia sexual entre los menores ha aumentado «exponencialmente» en 2021. «Se percibe por los fiscales la falta de una formación adecuada en materia sexual de los menores denunciados», reflexionan en el documento.

Los fiscales añaden: «Se alimentan de la información a través de las redes sociales, con visionados de material pornográfico, lo que provoca un aprendizaje viciado». El problema de la violencia digital, concluye el documento, ha sido detectado por todas las fiscalías de Andalucía, que subrayan un aspecto muy relevante: «Es un tipo de violencia que incita a la violencia de género».

Los fiscales insisten en el mal uso de la información digital por parte de los menores y apelan a la necesidad de una «formación adecuada en materia sexual» desde el punto de vista «humano, moral y ético».