Cae la banda que robó 70.000 euros de la caja fuerte del festival de música Starlite en Marbella

Cinco meses después, tras una paciente investigación que ha ido encajando, una a una, cada pieza del puzle, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría marbellí han detenido a la banda que está detrás del robo.

Los investigadores han detenido a siete personas, todas de nacionalidad española, como supuestas integrantes de un grupo organizado dedicado a cometer robos con fuerza en establecimientos y domicilios de Marbella, Estepona, Mijas, Coín y Guaro.

En total, se les atribuyen 12 robos, entre los que se encuentra el de la caja fuerte de Starlite, donde se apoderaron de un botín de 70.000 euros en efectivo. En los cuatro registros realizados a la banda se han recuperado 20.000 euros, además de drogas, dispositivos electrónicos y otros efectos procedentes de estos hechos delictivos.

La operación se inició, precisamente, a raíz del golpe en el festival de música, por lo que los agentes la bautizaron con el nombre de 'Star'. Una de las líneas de investigación, que fue la que a la postre dio resultado, se centró en que había gente de dentro implicada en el golpe. No se equivocaban.

El modus operandi empleado para la sustracción de la caja fuerte -cortes de luz y desconexión de las cámaras de vigilancia tras el concierto-, determinó que los artífices del robo tenían conocimientos específicos de electricidad, así como también conocían perfectamente el funcionamiento de los dispositivos de seguridad empleados en el festival.

Los agentes comprobaron que varios trabajadores del festival, con antecedentes por delitos contra el patrimonio, pertenecían a un grupo criminal dedicado a robos en oficinas, establecimientos e incluso domicilios, llegando a recibir trabajos por encargo.

Según las pesquisas, la red habría robado incluso en despachos de abogados que previamente habían representado a los investigados en otros procedimientos delictivos.

Los integrantes de la banda estaban «altamente cualificados» -según la policía- y entre ellos existía un claro reparto de funciones. Mientras el cabecilla seleccionaba los objetivos, otros tres miembros de la red se encargaban de la ejecución de los robos.

El resto de los integrantes se dedicaban a guardar los efectos sustraídos y a buscarles salida, así como a adquirir sustancias estupefacientes con los beneficios de la actividad delictiva.

Tras la identificación de todos los componentes del grupo, los agentes procedieron a la detención de siete personas –cinco hombres y dos mujeres- como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal y robo con fuerza.

Los arrestados y las diligencias tramitadas fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, que decretó el ingreso en prisión de los tres principales investigados en la causa.