Violencia de género

Así era Paula, la mujer de 28 años asesinada por su expareja en Torremolinos

Esta no era la primera vez que los vecinos intervenían o se preocupaban por el estado de la mujer. El supuesto asesino se marchó del domicilio aprovechando el instante en que estos fueron a por el teléfono para avisar a la policía. Al salir de la casa cerró la puerta tras él, impidiendo así cualquier auxilio a la víctima.

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El crimen de Paula, natural de Málaga capital, ha conmocionado a La Carihuela (Torremolinos), donde la joven residía y se había forjado una segunda familia junto a sus compañeros de trabajo. También era madre de tres niños, el más pequeño fruto de su relación con el presunto homicida.

Desconsolados, amigos de la víctima explican a este periódico que eran conocedores del infierno que Paula llevaba tiempo sufriendo a manos de su expareja. Él ya tenía antecedentes por violencia de género, según apuntaban, y, a pesar de las palizas, a pesar de lo mucho que la animaban sus allegados para que lo denunciase, ella siempre se negaba. No quería perjudicarlo, solía contestar.

Ambos convivían juntos en el mismo domicilio, pese a que Paula rompió la relación hacía unas semanas. Algo que él, al parecer, no aceptaba. Tampoco obedecía a sus súplicas para que se marchara de la vivienda, como ella le pedía. La mujer, como repetía a los compañeros con los que se desahogaba, confiaba en que pronto podría empezar una nueva vida lejos de la violencia.

Paula se dedicaba a la hostelería y, a pesar de su infierno particular, siempre procuraba mostrar su mejor cara, tanto dentro como fuera de su empleo. Según la describen, era una mujer vital y cariñosa, muy dada a los abrazos, además de completamente entregada a su trabajo. Su esperanza era recuperar el control de su vida.