Los vecinos de Benajarafe Alto, en alerta tras una oleada de robos en una decena de viviendas

En algunos casos, los responsables de los robos entraron a las fincas mientras sus ocupantes se encontraban en el interior de las mismas. Es el caso de Manolo y Curro, quienes estaban durmiendo mientras los autores de los asaltos llevaban a cabo su actividad delictiva.

El primero se dio cuenta al día siguiente, en la mañana del 24 de junio, cuando vio su coche Mercedes con signos de forzamiento y su cristal delantero dañado. Al lado de su automóvil encontró un destornillador que los ladrones habían dejado tirado en el suelo.

El vehículo de la marca de Audi de otra persona que durmió aquella noche en su vivienda también sufrió daños. De los mismos se llevaron una bolsa de deporte con ropa, una bandolera y 120 euros, detalla Manolo. Según cuenta, él tiene un pastor alemán y le extraña que aquella noche no ladrase a los ladrones.

«Yo creo que le tiraron piedras y lo drogaron para dormirlo, a la mañana siguiente estaba bien aunque un poco lastimoso», expone. Los autores del asalto, según detalla la víctima, entraron a su propiedad haciendo un agujero en su alambrada, siendo este el mismo método que siguieron para abandonarla por otro punto.

De acuerdo con las fuentes consultadas, aquella madrugada de San Juan se produjeron al menos cinco asaltos en viviendas habitadas de la zona.

Curro sí se despertó tras escuchar un ruido. Ocurrió en la noche del 2 de julio, en torno a las 2.30 horas. «Al principio pensé que vendría de la calle y me levanté de la cama; fui a salir del cuarto e intenté abrir la puerta, pero no podía», relata el hombre.

Sin percatarse de lo que estaba sucediendo, volvió a tirar con fuerza y fue entonces cuando vio a otro hombre al otro lado de la puerta. Tenía su rostro oculto con un pasamontañas, apunta el perjudicado, pero pudo «verle el miedo en los ojos».

Curro reaccionó cerrando la puerta a toda velocidad, ya que en el dormitorio también se encontraba su mujer y su mayor temor era que pudieran lastimarla. Al mismo tiempo, el ladrón tiraba de la puerta para evitar que él abandonase el cuarto.

Según señala Curro, al menos hubo dos personas implicadas en su robo. Mientras uno de ellos hacía las labores de vigilancia el otro se dedicaba a golpear la caja fuerte en la que guardaba 1.600 euros, usando para ello herramientas especializadas, de acuerdo con el testimonio de la víctima.

Estos actos delictivos han dejado con los nervios de punta a los vecinos de las urbanizaciones de esta zona de Benajarafe, quienes temen que los mismos solo sean el principio de un verano protagonizado por los asaltos a sus casas.

«Estamos todos que apenas podemos ni dormir; nos acostamos con todos los sentidos en alerta», sostiene Manolo al respecto, quien además lamenta que, pese a lo sucedido, apenas se ve presencia policial cerca de estas urbanizaciones y casas diseminadas.

Según pudo saber este periódico, los autores de los robos han recurrido a distintos 'modus operandis' para acceder a las propiedades, aunque en todos los casos empleando la fuerza para poder perpetrarlos -aunque sin violencia en las personas-. En algunas de las casas también accedieron forzando ventanas y puertas.

En este momento hay una investigación abierta en relación a estos hechos por parte de la Policía Nacional. Los vecinos sospechan que la oleada de robos han sido cometidos por las mismas personas. «Esperamos que los cojan pronto porque cuando te das cuenta de que han entrado en tu casa te sientes totalmente indefenso», inciden los mismos.