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Emilio Alba se queda con el recuerdo de aquellos veranos de juego y libertad de su infancia y juventud SUR

Aquel verano de Emilio Alba: La libertad de un recreo constante

La naturaliza estaba muy presente en los veranos de ese niño incansable que vivía aquellos días felices de la mañana a la noche en la calle

miguel ángel oeste

MÁLAGA

Lunes, 29 de julio 2019

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Quedamos cerca del Arroyo Jaboneros. Es un día de terral. En Echevarría buscamos una cafetería tranquila donde la sombra dé un respiro al calor ... sofocante. Referente nacional e internacional en el campo de la oncología, Emilio Alba mantiene una sonrisa permanente en su cara amable, habla bajo y calmado, y uno siente inmediatamente que es un hombre curioso, sincero, comprometido, atento, al que le gusta conocer a las personas con las que trata y con quien se podría estar horas charlando. Durante un rato hablamos de libros y cine, de cuestiones alimentarias y de los cambios de una sociedad que corre demasiado. Hasta que le pregunto por el verano que lo marcó, por ese verano significativo para él, por esos días felices de su infancia en los que corría ajeno al tiempo. Ese niño incansable que jugaba sin parar, para el que no existía el calor ni el frío ni ninguna eventualidad excepto echarse a la calle con sus amigos todo el día.

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